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Unidades blindadas patrullan las calles de Bogotá, como medida de seguridad.

Alerta máxima en Colombia

Hoy vence el plazo dado por el presidente para que las guerrilleras FARC abandonen la zona de despeje tras romperse diálogo de paz 13,000 soldados del Ejército listos a entrar en acción AFP BOGOTÁ.- Las Fuerzas Armadas colombianas se encontraban este jueves en acuartelamiento de primer grado en todo el país —alerta máxima—a la espera […]

  • Hoy vence el plazo dado por el presidente para que las guerrilleras FARC abandonen la zona de despeje tras romperse diálogo de paz
  • 13,000 soldados del Ejército listos a entrar en acción

AFP

BOGOTÁ.- Las Fuerzas Armadas colombianas se encontraban este jueves en acuartelamiento de primer grado en todo el país —alerta máxima—a la espera de la decisión del presidente Andrés Pastrana, de declarar la hora cero para su ingreso a la zona desmilitarizada del sur del país, que se encontraba en poder de la guerrilla de las FARC y en donde hasta la víspera se realizaban negociaciones de paz.

Al menos 13,000 hombres de seis brigadas y cuatro batallones especiales del Ejército, apoyados por la Armada y la Fuerza Aérea, tendrán a su cargo la recuperación de la zona de 42,000 km2 del sur de Colombia, dejada en 1998 bajo control de la guerrilla de las FARC para realizar los diálogos de paz que, según el gobierno, se interrumpieron el miércoles.

“La operación está en marcha en su parte logística, pero no nos moveremos hasta que el presidente Pastrana y el general Fernando Tapia (jefe del Ejército) den la orden para la fase operativa”, precisó un vocero castrense.

El amplio operativo militar implica —según analistas— una movilización tal vez sin parangones en la historia del país.

Colombia se encontraba el jueves sumida en la incertidumbre al día siguiente de la suspensión del proceso de paz entre el gobierno y las FARC, a la espera de una eventual iniciativa de último momento de la guerrilla, que debe retirarse del área de distensión en un lapso de 48 horas que comenzó a correr el miércoles.

Los 100,000 habitantes de esta región amazónica en el sur de Colombia vivían una situación de tensa expectativa. Entre sus temores está la posibilidad de que grupos paramilitares de derecha entren masivamente a la zona y desaten masacres de civiles, además de combatir a la guerrilla.

POR QUÉ LA RUPTURA

El miércoles en la noche, el presidente Pastrana anunció, a través de una intervención radiotelevisada, que “el gobierno entiende que las FARC no continúan en el proceso de paz” —iniciado en enero de 1999— y que en consecuencia, contarían con las 48 horas pactadas para su retiro de la zona, aunque no precisó cuándo concluiría el plazo.

Lo que llevó al proceso a un casi inevitable final fue la exigencia de las FARC de que el gobierno suspendiera los controles militares en la periferia de la zona de despeje, lo que fue rechazado por las autoridades. Las FARC es la guerrilla más antigua y poderosa del continente, con unos 16,500 efectivos en armas.

El Secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, responsabilizó a las FARC por la crisis del proceso de paz por “su fracaso en negociar con seriedad” e indicó que Washington “apoyará la decisión que Pastrana tomó o tomará mañana o en los próximos dos días”.

Tras su anuncio del miércoles, el presidente Pastrana ha recibido un apoyo casi unánime de la dirigencia política y económica del país.

LA SOMBRA DEL NARCOTRÁFICO

El complicado conflicto armado colombiano, agravado tras el rompimiento de negociaciones entre el gobierno y las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se ha escalado por el dinero del narcotráfico, que nutre a los bandos en conflicto, como han reconocido en varias ocasiones las autoridades.

El propio gobierno colombiano, las fuerzas militares, los dirigentes políticos y la comunidad internacional coinciden en que el verdadero combustible del conflicto armado del país andino, es el narcotráfico que surte por igual a guerrillas izquierdistas, paramilitares de extrema derecha, y grupos delincuenciales en general.

Cifras reveladas recientemente en un congreso panamericano sobre control y prevención de lavado de activos señalan que los grupos guerrilleros pudieron haber obtenido en los últimos ocho años ganancias por más de 2,174 millones de dólares provenientes del narcotráfico.  

Internacionales

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