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Banco Central debe encarrilarse

Róger Cerda*[email protected] Nicaragua necesita una mayor coordinación de las políticas macroeconómicas y de sus agentes ejecutores. El Banco Central de Nicaragua (BCN) en el gobierno del doctor Arnoldo Alemán hizo política fiscal y política monetaria. El primer aspecto no le correspondía. Dicha entidad trató de resolver los problemas de la política fiscal y no pudo, […]

Róger Cerda*[email protected]

Nicaragua necesita una mayor coordinación de las políticas macroeconómicas y de sus agentes ejecutores. El Banco Central de Nicaragua (BCN) en el gobierno del doctor Arnoldo Alemán hizo política fiscal y política monetaria. El primer aspecto no le correspondía.

Dicha entidad trató de resolver los problemas de la política fiscal y no pudo, distorsionando el verdadero objetivo de la autoridad monetaria, que es la estabilidad de la moneda nacional y el normal desenvolvimiento de los pagos internos y externos.

Trató de defender el tipo de cambio fijo, mantener un cierto nivel de reservas y garantizar cierta estabilidad, de manera insostenible y costosa, endeudando al país.

Realizó acciones coyunturales, rápidas, de salvataje, de confianza; pero lo hizo de una manera muy costosa y distorsionada.

Quizás no había otra manera de hacerlo; sin embargo, este papel y este costo no le competen ni debería asumirlos el BCN, sino el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP).

Hay que recordar que los instrumentos monetarios son de corto plazo y que no pueden sustituir a la política fiscal que tienen un carácter más estructural.

El problema puntual es que el gobierno, en este caso el MHCP, no tiene capacidad de desempeñar ese papel.

El resultado es que tenemos hoy un banco central con sus instrumentos de política monetaria agotados y un Ministerio de Hacienda incapaz de desarrollar políticas fiscales.

Para el futuro, el BCN debe desligarse de esas actividades, que las haga el MHCP. Para ello, hay que reforzar el control bancario y la vigilancia sobre el sistema financiero.

En resumen: las instituciones tienen que desempeñar sus propias funciones:

1. Las finanzas públicas, haciendo política fiscal, hacia el desarrollo sostenible y con equidad.

2. La Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras vigilando efectivamente el sistema financiero.

3. Los mecanismos de seguro de depósitos (Fogade) permitiendo que cada cual asuma sus propios riesgos.

4. La justicia, acabando con la impunidad.

5. El Banco Central enriqueciendo sus objetivos, permitiendo políticas que promuevan la inversión, la producción y las expor taciones y, el empleo.

En fin, se necesita una mayor coordinación de las políticas macroeconómicas y de sus agentes ejecutores.

* El autor es analista económico.  

Economía

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