- Inversión supera los 370,000 dólares en activos
Leslie Nicolás Lacayo [email protected]
Con la certeza de que el proyecto es “sumamente rentable”, Evenor López López ha trabajado por casi 12 años a la par de Karsten Jochims, el economista alemán que se decidió a producir jícaro en Nicaragua. Y por qué no decirlo, el brazo derecho y técnico empírico de la fábrica de procesamiento de este producto.
Nada que ver con agroindustria, pues gran parte de su vida la dedicó a las reparaciones de motores de aviones trabajando para la fuerza aérea nicaragüense como mecánico de aviación. Hoy, Evenor es el técnico que está a cargo de la fábrica de procesamiento de jícaro las 24 horas del día. Un hombre de tez fuerte, de 6.5 pies de estatura, de barba cerrada y con más de 40 años, relata con orgullo que en toda su vida solamente ha trabajado para dos instituciones, para la Fuerza Aérea y para Jochims. “Y me siento realizado en ambos trabajos”, agrega.
UN TÉCNICO EMPÍRICO
Luego que López deja la fuerza aérea, sale a otro país en búsqueda de nuevos horizontes, sin embargo, regresa a Nicaragua en 1984 y se dedica según cuenta al trabajo de acarreo comercial, como comúnmente se le conoce en Nicaragua, con un camioncito que tenía. Es así como en ese mismo año conoce a Jochims y empieza a trasladarle frutas de jícaro a su fábrica.
“El señor Jochims me dijo un día que si quería trabajar con él en un novedoso proyecto y yo acepté”. Hasta ese momento, López no tenía idea de la magnitud del proyecto, ni se imaginaba que llegaría a dominar aspectos y detalles tan técnicos como los que hoy maneja acerca del jícaro.
Con una familia numerosa de seis personas, López vive del procesamiento del jícaro, produciendo concentrado, carbón y vendiendo sus semillas, siempre bajo la dirección de Jochims.
La fábrica procesadora de jícaro cuenta con una trituradora de la fruta, la que al moler el duro jícaro, separa la semilla de la cáscara, sacando el jugo de la fruta junto con la semilla misma por otro conducto que va a dar a unas pilas. Ahí mantienen la materia prima, la que posteriormente por gravedad es elevada a unos tanques de fermentación en donde puede llegar a pasar hasta 15 días de ser necesario. Estos tanques eliminan la humedad de la semilla dejándola lista para el secado al sol.
TECNOLOGÍA A LA ORDEN
López explica que a la par de esta máquina procesadora de jícaro se encuentra otra máquina que es en donde producen el concentrado con la semilla y así mismo a unos 15 metros, en el patio, están los hornos en donde carbonizan la cáscara de jícaro a altas temperaturas para luego obtener carbón orgánico.
Esta fábrica podría tener un costo aproximado de 370,000 dólares, aunque la misma fue construida con materia prima nicaragüense, y por otro alemán residente en Nicaragua y socio de Jochims.
Junto a López hay cuatro personas más, auque en tiempo de cosecha de jícaro, que se da cuatro veces al año, contratan hasta 14 personas.
La fábrica ubicada sobre la carretera Telica-San Isidro, en el kilómetro 143, compra la producción de jícaro de la zona. Recibiendo a todos aquéllos que deseen vender su producción desde las 7:00 a.m. hasta las 5:00 p.m.
Por cada quintal de jícaro vendido cada productor recibe 10 córdobas. Y según López hay personas o productores que llegan a vender hasta 1,000 quintales de jícaro al mes. Por lo que esta fruta podría ser la alternativa productiva para muchos campesinos en esta zona, según aseguran los administradores del proyecto.