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¿La prueba de amor? ¡Estás loco!

Cuando Tamara tenía 18 años escuchó a Denis decirle: “Amor, ya tenemos un año y tres meses de jalar, ya me gané a tu papá, mirá que ya me prestan el carro, ya voy a empezar a trabajar, ya podés llegar a la una de la mañana. Además nos queremos y ya nunca pasamos de […]

Cuando Tamara tenía 18 años escuchó a Denis decirle: “Amor, ya tenemos un año y tres meses de jalar, ya me gané a tu papá, mirá que ya me prestan el carro, ya voy a empezar a trabajar, ya podés llegar a la una de la mañana. Además nos queremos y ya nunca pasamos de calentaditas de manos”.

“Tenemos todas las condiciones para que este 14 de febrero me des algo que nunca me has dado. ¿Por qué en el Día del Amor, no me das una fuerte prueba de tu amor?”. Ésas fueron las palabras que emanó, según Tamara, actualmente de 22 años, “el desgraciado de Denis cuando tenía yo 18 años, y claro, caí como cualquier babosa”.

¡Cuidado!, éstas pueden ser algunas de las frases con las que te pueden hacer caer en la trampa de la famosa prueba del amor en el Día de San Valentín.

Tamara no es de esas personas que se andan arrepintiendo de lo que hacen, pero si hay algo de que se lamenta enormemente es de haber caído en esa trampa como cualquier niña tonta.

“Después de eso la relación se echó a perder. Yo creí que iba a ser al contrario, que íbamos a consolidar nuestro noviazgo, pero exactamente a los dos meses todo se nos vino abajo”, narra Tamara con un semblante de tristeza.

“Denis no tuvo sólo esa prueba de amor. Todo ese tiempo que jalamos yo le demostraba mi cariño. En ocasiones le pasé por alto una infidelidad”, narra Tamara.

El tener relaciones sexuales sólo porque tu pareja te pide una prueba de amor no es forma para demostrar lo que sientes por esa persona. Hay detalles, palabras, gestos, momentos de la relación y actitudes que te pueden indicar si te aman o no.

¿Por qué hay tantas jovencitas que caen en la trampa?, ¿Es realmente por amor que las muchachas ceden a esta prueba?, o ¿es por curiosidad?, ¿por qué los muchachos piden una prueba de amor?, ¿tendrá que ver con la educación que recibimos?

Cuestión de cultura

Clara Castellón Ramírez, educadora de la Fundación Xochiquetzal, nos explica que la famosa prueba del amor encaja mucho con nuestro sistema sociocultural.

“Esto está vinculado a la educación del varón, a éste se le educa diciendo que entre más mujeres tiene, más hombre es”, explica la educadora.

Esta actitud de los muchachos no tiene edad específica, pero es más predominante en la adolescencia. “Las mujeres ceden por el mismo problema de la educación. A la mujercita se le enseña que tiene que ser sumisa, siempre tiene que decir que sí, y siempre tiene que dar”, apunta.

“Ella no le puede decir que no a la persona que ama, el joven se aprovecha del cariño y le dice: ‘si me querés, demostrámelo’ ”, esto no es correcto.

Otro factor que no podemos obviar es la comunicación con los padres. En muchos hogares la muchacha no tiene cariño, no tiene respeto y lo único que le dicen las madres es que son irresponsables, que no tienen edad para jalar, y para todo, no sólo para jalar, se le dice no tenés la suficiente edad.

Esto provoca que las mujercitas busquen el cariño, el respeto y el amor que hace falta en el hogar, tanto de parte de los padres y a veces de los hermanos, fuera de la casa, con los amigos, los vecinos y compañeros de clase.

“Cuando ella ve que un varón de su misma edad la toma en cuenta, que sus críticas para él son un aporte, que la acepta y que la hacen sentir importante, ella se apega a esta persona porque le da el valor que no se le da en la casa. En otras palabras, en muchos casos las jóvenes ceden por sentirse amadas y valorizadas”, afirma Castellón.

“La posición de la mujer debe depender de la edad. Si la muchacha no está clara de lo que va a hacer, y cómo lo hará, lógicamente no está preparada. No sería adecuado decir que sí”.

“Mientras que si esta joven sabe que existe el preservativo, las caricias, la masturbación mutua, entre otros factores importantes, creo que sí se puede dar la relación sexual”, opina.

Para concluir, la educadora dice que hay que recordar que los jóvenes tienden mucho a “probar” a las mujeres para ver si ceden o no ceden, y que no hay que confundir esta actitud con amor, desde ningún punto de vista.

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