Silvia García de Landero
Las instituciones Unión Fenosa, Enacal y Enitel parece no interesarles que los usuarios economicemos los servicios que ellos nos ofrecen.
Aunque apaguemos luces, aparatos eléctricos, pongamos zinc transparente en el techo para no encender bujías en el día, o compremos los famosos bombillos que estuvieron vendiendo para ahorrar energía por consejo de organizaciones extranjeras, éstos facturan lo que se les da su regalada gana y lo que economizamos se lo meten en sus bolsillos.
En el caso de Enacal, nos deberían cobrar la mitad de lo que pagamos, pues últimamente sólo tenemos agua medio tiempo, y a veces no la vemos del todo, sale hedionda y con sabor a tierra, en cambio la pagamos a precio de gasolina o de petróleo.
En cuanto a Enitel, aunque le pongamos candado al teléfono y lo utilicemos solamente para recibir llamadas, ellos cobran como rayan sus cuadros y que les queden grandes ganancias, por supuesto.
Siempre están hablando de deslizamiento y que por eso le aumentan a los servicios. ¿Pero al usuario asalariado quién lo defiende del deslizamiento cuando los salarios están estancados desde hace 15 años?
Lo único que nos queda es aguantar, pero si algún día explotamos a lo mejor ellos serán los más perjudicados.
Espero que esta nueva administración piense muy bien en el caso.