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José Luis Velásquez, secretario ejecutivo del Conpes.

“No nos consultaron sobre salarios”

El encargado del Conpes habla del rol de este órgano que oficialmente sirve de foro de consulta entre el gobierno y la sociedad civil en materia de acciones sociales y económicas. Con una escasa asignación presupuestaria está tratando de despertar a esta instancia que estuvo “dormida” durante tres años, desde que se estableció su creación […]

  • El encargado del Conpes habla del rol de este órgano que oficialmente sirve de foro
    de consulta entre el gobierno y la sociedad civil en materia de acciones sociales
    y económicas. Con una escasa asignación presupuestaria está tratando de despertar
    a esta instancia que estuvo “dormida” durante tres años, desde que se estableció
    su creación en la Constitución de la República

María Antonia López Manzanares [email protected]

José Luis Velásquez, es uno de la cadena de 10 hermanos que tienen algún vínculo con el gobierno u organismos internacionales. Así por ejemplo, Juan Bautista representa a la Organización Internacional Regional de Sanidad Animal (OIRSA);Carlos labora con Unión Fenosa; Diego en el Ministerio Agropecuario y Forestal, y Aurora trabaja en programas del Banco Mundial.

Es un hombre a quien difícilmente se le ve sonreír, cuando lo hace es casi imperceptible, pareciera que toda su vida la tomara con una absoluta seriedad, la cual se nota hasta en una oficina que luce con cada cosa en su lugar.

Su trabajo en el Consejo Nacional Económico y Social (Conpes), es muy poco conocido, pese a que sobre él recae la organización de la agenda de discusión de la sociedad civil sobre temas permanentemente latentes, como el presupuesto de la República y otras leyes vinculadas a la vida económica del país.

¿Cuándo surgió el Conpes, cuál era la idea inicial?

El Conpes nace con las reformas constitucionales de 1995, allí se introdujo una reforma al artículo 150 añadiéndole el inciso 13, que indica que el presidente conduce la política económica y social y crea un Consejo para que le dé apoyo en las políticas.

Eso quedó dormido. No se desarrolló en el tiempo de doña Violeta (Chamorro), sino hasta que vino el huracán Mitch, durante el gobierno del doctor (Arnoldo) Alemán, que Nicaragua tuvo que ir con un plan consensuado ante la comunidad internacional en Estocolmo.

Allí, en el diálogo nacional que hubo en 1997, los partidos políticos, le recordaron al gobierno que estaba esa Reforma Constitucional, y el gobierno de Alemán lanzó el Consejo en ese momento y se lanza precisamente para crear un espacio de diálogo y consenso, y dejar de lado los temas de corto plazo. Cada vez que había problemas o asonadas había una convocatoria de diálogo nacional, los partidos políticos se ponían a hablar sobre las confiscaciones, el transporte y eso no permitía que las negociaciones se ampliaran para que los nicaragüenses empezaran a pensar en el futuro y dialogar sobre las políticas públicas. Fueron temas asignados al Consejo la seguridad ciudadana, salud, educación, estrategia de reducción de la pobreza, presupuesto de la República, la deuda externa e interna…

¿Siempre se pensó en aglutinar a todos los sectores?

Desde el principio se pensó en todos los sectores, porque tenemos un esquema de diálogo nacional donde todas las fuerzas confluyen: los partidos políticos, el gobierno, la empresa privada, los ONG y los organismos comunitarios, los organismos regionales y la asociación de alcaldes.

Esto creaba ciertos problemas, porque el sitio de los partidos políticos es la Asamblea Nacional, eran 24 partidos en 1997. Ahora ese espectro se ha reducido y ahora al volverse irrelevante salen del Consejo para quedarse en su sitio, pero se reconoce que deben tener presencia porque les interesa conocer lo que sucede en el Consejo.

El Consejo puede enriquecer la discusión política e insumos técnicos que tienen en la Asamblea Nacional. Para ellos es interesante, ver lo que sucede en el Conpes, y por ello es probable que queden como observadores.

Eso es parte de una nueva estructura, porque el presidente tiene la facultad de arreglarlo como quiere que quede y de quién se quiere dejar aconsejar.

Pero también en el último año, en el Consejo ha habido una reflexión grande y se creó una comisión especial para analizar cuál era la mejor organización que se le podía dar al Conpes y hay propuestas que se le hacen llegar al Presidente de la República para mejorar.

¿Cómo lograron conciliar las opiniones, cuando el Consejo está integrado por sindicatos, empresarios, profesionales de toda índole para llegar a consenso?

Creo que ese es el mayor éxito dentro del Consejo. Podés imaginar que el año pasado fue de elecciones, altamente polarizadas y las discusiones del Consejo siguieron como si nada pasaba. Pero logramos acuerdos claves, como el de la Estrategia de Reducción de la Pobreza porque solamente con eso logramos el Punto de Decisión de la Iniciativa para Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC por sus siglas en inglés).

Eso no se pudo lograr, si no hubiera existido un pronunciamiento del Consejo que llegamos a rebasar en la consulta, porque fuimos a los territorios y consultamos a más de 600 líderes la Estrategia, se llevó un paquete consensuado ante el Fondo Monetario, el Banco Mundial y los donantes y nos permitió pasar al Punto de Decisión.

Y también estuvo el Presupuesto…

Sí, se logró discutir el tema del Presupuesto porque de nada sirve tener la Estrategia sino se refleja el seguimiento a los proyectos que están dentro. El Consejo, al tener que pronunciarse sobre la Ley General de Presupuesto, revisa si está o no incluida la cartera de proyectos en la Estrategia y se lo mandamos al Presidente para que sea incorporado.

Aunque este año hubo problemas ya que el Presupuesto tuvo una aplicación anormal porque estaba montado sobre dos legislaturas y ahora se van a plantear enmiendas; incluso el presupuesto del Conpes que es de dos millones 800 mil córdobas, y tenemos dos años de funcionar. El primero lo trabajamos con ciertas cooperaciones del BID y el PNUD, pero este año nos recortaron la partida en 800 mil córdobas y vamos plantear que se nos restablezca.

Sin embargo, el Consejo ha sobrevivido, porque insistimos en que éste es un espacio donde se vienen a discutir soluciones, la situación nacional de forma desapasionada y que nadie tiene la verdad, sino que todos tenemos que caminar juntos para el bien común y de la nación.

Hemos insistido y hemos logrado que los sindicalistas que antes no querían dialogar vinieran al Conpes a sentarse e integraran una comisión laboral, que conversaran con los empresarios y haya una agenda de discusión que incluye la Reforma al Código del Trabajo.

¿Qué respaldo real tuvieron del gobierno anterior?

Nos dio la partida presupuestaria, y nos dejó trabajar con autonomía. Eso es bastante. Hizo caso a las recomendaciones presupuestarias del año pasado en un 90 por ciento, este año fue un poco menos. Pero es que el Conpes tiene que bajar a un nivel más técnico, aumentar su capacidad técnica, y es otro de los retos que tenemos este año. No podemos decir que se debe reformar el régimen fiscal sino aprobar una propuesta de enmienda de Ley de Justicia Tributaria, queremos que haya Código Tributario y que hayan presupuestos con proyecciones a tres años, para observar a largo plazo las prioridades de la inversión y gasto público, que son metas establecidas en la Estrategia de reducción de la pobreza, por eso el Consejo ha insistido en que se hagan así.

De cara a los próximos años, ¿el Conpes podría estar analizando el Presupuesto General cada tres meses para estar dando seguimiento a su aplicación?

Este año le dimos seguimiento, el ministro de Hacienda vino cuatro veces al Conpes, lo que pasó es que al final andaban como locos porque el presupuesto se recortó, porque ya no venían los recursos que entraron después del Mitch y el ministro presentó solamente un dato preliminar. Es por eso que el año anterior tuvieron más impacto las recomendaciones del Conpes en el Presupuesto que en el siguiente.

Insistir es un trabajo normal, para eso se creó la comisión de presupuesto que se reúne para dar seguimiento al Presupuesto anterior y su ejecución; preparar recomendaciones para el siguiente y hacer recomendaciones sobre las mejoras al presupuesto. Nosotros hacemos nuestros análisis independientes e invitamos al ministro porque fue muy constructivo para la ejecución.

El presupuesto del Conpes dice que es reducido, y eso va a implicar que la capacitación para mejorar los análisis que hacen se les limite…

El Conpes es un proyecto en experimento que tiene mucha aceptación internacional. Pero el BID nos ha invitado para conocer cómo se pueden replicar las experiencias, donde las fuerzas vivas se pongan de acuerdo. Somos un proyecto con éxito externo e interno, y los organismos están interesados.

¿De cuánto debería disponer el Conpes para su accionar?

La parte operativa, el Consejo que debería tener su propio edificio ya que estamos posando en la Secretaría Técnica de la Presidencia; y recursos suficientes para financiar el gabinete de estudio que es un grupo de siete técnicos que estaría preparando los análisis de las comisiones; y disponer de una bolsa de consultorías con temas específicos. Nuestros estudios son financiados por el PNUD.

¿Qué apoyo pueden esperar del nuevo gobierno. Antes de que asumiera don Enrique Bolaños, se decía que el Conpes iba a hacer recomendaciones sobre los salarios de altos funcionarios, qué pasó, por qué al final no los tomaron en cuenta?

Nos dijeron que nos iban a solicitar recomendaciones sobre los salarios, pero a fin de cuentas el Conpes no se pronunció sobre eso. Solamente sobre el cambio de horario y las alzas de energía.

Don Enrique ha dicho en distintos discursos que quiere reforzar el Conpes, que va a estar consultando los proyectos de legislación que irán a la Asamblea Nacional, y tenemos que crear consenso de forma rápida.

¿Pero, el que hayan obviado sus recomendaciones sobre los salarios no se puede traducir en un simple discurso de don Enrique sobre consultas a algunas propuestas de ley en casos futuros?

No. Porque la cuestión de los salarios, no tenía mucha trascendencia, pero al fin y al cabo es una decisión de cuánto le va a pagar a sus ministros y más o menos se establecía un techo y un piso o la negociación que haga con cada uno de ellos.

Eso está ligado a la reducción del déficit fiscal y de disponer más recursos para la implementación de la estrategia contra la pobreza y su vínculo con la sociedad civil…

Si eso está ligado con la transparencia, es importante, el Consejo estaba entusiasmado sobre eso, pero no vinieron. Creo que se le metió mucho ruido, porque saltó mucho a la palestra en los medios de comunicación y luego se diluyó la iniciativa.

MÁSTER Y DOCTOR

Abogado de profesión, José Luis Velásquez, cuenta con una Maestría en Gobierno que realizó en Inglaterra.

También tiene un doctorado en Ciencias Políticas en Estados Unidos.

Ha escrito varios libros sobre análisis político de Nicaragua.

Funge también como Secretario General de la Universidad Thomas More.

Propuesta cafetalera no prosperó

El Consejo de Planificación Económica y Social (Conpes), diseñó una propuesta de solución coyuntural a la problemática cafetalera que fue planteada en los últimos meses del año pasado.

Sin embargo, la propuesta no fue totalmente aceptada por los productores, pese a que según José Luis Velásquez, secretario ejecutivo del Conpes, fue consensuada con los representantes del sector que participan en las discusiones de la comisión de producción.

Esa propuesta se le trasladó al ex presidente Arnoldo Alemán, “pero los cafetaleros no se acogieron a la política que se estableció, porque no incorporaba la condonación de deudas, esto no es posible ya que vendría a agravar la situación financiera del país, a crear déficits que deben llenarse con emisiones inorgánicas”, explicó Velásquez.

Según el secretario del Conpes, no hay posibilidades de endeudarse porque ya Nicaragua está dentro de la Iniciativa para Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC por sus siglas en inglés).

“Por eso la Financiera Nicaragüense de Inversiones (FNI) tenía que ver caso por caso, y se establecieron términos de referencia para la renegociación de la deuda, no para condonación”.

Esa oposición de los productores de café, dijo Velásquez, no contradice el espíritu de consenso que debe practicar el Conpes para lo cual fue creado.

“Hubo consenso porque Upanic (Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua), representa a los cafetaleros y estuvieron los de la Universidad Agraria y hubo recomendaciones, aunque hay que reconocer que el precio del café cayó de forma brusca”, estimó Velásquez. Fueron resultados de la comisión nacional de la producción donde están todas las cámaras y asociaciones de las empresas privadas.

Sin embargo, explicó que los más afectados con los problemas del rubro café son los cafetaleros grandes “y esta gente de pronto se encontró endeudada, y cuando se les da la oportunidad de pagar la deuda, de renegociar un financiamiento de este año, ellos sólo querían la condonación de la deuda y allí no había consenso, porque teníamos que decirle al gobierno de dónde sacar los reales, y no queríamos más impuestos”.  

Economía

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