- Tercer oficial activo llamó al Tribunal Supremo de Justicia a enjuiciar al Presidente en caso que no quiera dejar el poder
- Sigue los pasos de Pedro Soto al frente de nuevas protestas contra Chávez
Cables combinados
CARACAS.- El contralmirante Carlos Molina, ex secretario permanente del Consejo de seguridad y defensa y ex director de armamentos y explosivos de las fuerzas armadas, se convirtió ayer en el tercer oficial activo y el de más alta graduación que se rebela contra el presidente Hugo Chávez, desde el 7 de febrero.
En rueda de prensa en un hotel cinco estrellas del exclusivo sureste caraqueño, Molina incluso llamó al Tribunal Supremo de Justicia a enjuiciar al mandatario en caso de que quiera permanecer en el poder.
“Hago un llamado a las fuerzas armadas nacionales y al pueblo a que manifieste públicamente su rechazo a la posición antipatriótica de Hugo Chávez y soliciten su renuncia”, expresó, vestido con su uniforme blanco de gala.
El 7 de febrero el coronel de la fuerza aérea Pedro Soto pidió la dimisión de Chávez en un foro sobre la libertad de prensa en Venezuela. En el trayecto se le unió el capitán Pedro Flores, de la militarizada Guardia Nacional (GN). Ante la nueva rebelión del contralmirante Molina, el ministro de Defensa, José Vicente Rangel, aseguró que existe “absoluta tranquilidad” en las guarniciones.
TRAYECTORIA DE MOLINA
El nuevo rebelde, el contralmirante Carlos Molina, es licenciado en ciencias y artes navales, tiene un master de estado mayor naval, otro post grado en ciencias administrativas, además de ser ingeniero electrónico con otro master en electro-óptica y guerra electrónica, de la Universidad de la Armada de EE.UU.
Molina sigue los pasos de Soto al frente de nuevas protestas contra Chávez en la ya simbólica Plaza Altamira, del este caraqueño, anunció el abogado y coronel retirado de la fuerza aérea Silvino Bustillos.
Soto respaldó de inmediato a Molina, sentenciando que es “un oficial con una brillante hoja de servicio que se ha pronunciado contra la forma como el presidente ha intentado implantar un sistema de gobierno totalitario y tirano”.
Siguiendo el libreto iniciado por Soto, el contralmirante Molina, al que aún quedan tres años de servicio activo si no es sancionado con la baja, rechazó el “sostenido deterioro de las relaciones internacionales con nuestros aliados tradicionales a cambio de buscar vínculos con gobiernos no democráticos”, en alusión a Cuba.
Igualmente, “la comprobada y peligrosa relación entre el presidente Chávez y algunos de sus ministros con la guerrilla terrorista colombiana”.
El contralmirante Carlos Molina señaló que “es imprescindible solicitar de todos los sectores de la sociedad que se unan a esta gesta de recuperación de la libertad y dignidad nacional que exige el establecimiento de un verdadero sistema democrático”.
También pidió la revocatoria del paquete de 49 leyes, aprobadas el 13 de noviembre del 2001 y que detonaron un paro cívico convocado por los empresarios el pasado 10 de diciembre.
GUERRA CONTRA LA ESPECULACIÓN
El presidente Hugo Chávez convocó a una “guerra contra la especulación”, tras su decisión de abandonar el sistema de cambio fijo, que ha llevado al bolívar a una devaluación del diez por ciento con respecto al dólar.
Chávez prometió castigar a los empresarios que aumenten los precios de los productos, inclusive enviándolos a la cárcel.
“No podemos permitir que un pequeño grupo —los que manejan el comercio— aprovechen estas medidas justas y necesarias y oportunas para tratar de enriquecerse”, dijo Chávez.
“Vean las bodegas, vean los supermercados, vean los abastos, vayan a ver los que remarcan, tomen nota, llamen… llamo al país… a una guerra contra la especulación”, señaló el presidente en su programa radial semanal.