Luis Alizaga Flores
Somos habitantes de residencial bosques de Bolonia, que colinda por la parte suroeste con las instalaciones del Instituto de Juventud y Deportes. Hace unos días iniciaron un movimiento de tierras que creíamos era para la construcción de un edificio, pero el 12 de febrero iniciaron prácticas de motos ruidosas que provocan polvaredas.
Estamos expuestos al peligro de perder la audición y de adquirir enfermedades de las vías respiratorias, por el ambiente contaminado que el polvo provoca. Además, en esta zona residencial se encuentra la Escuela Jaime Torres Bodet, en la que aproximadamente unos mil niños cursan la primaria.
A ello debemos agregar los desperfectos que sufrirían los equipos domiciliares y de oficinas, inclusive los delicados y costosos aparatos de laboratorios farmacéuticos, así como equipos hospitalarios.
La actividad deportiva que promueve el Injude nos merece todo respeto, pero no podemos omitir las graves consecuencias de las práctica arriba mencionadas, las que deben hacerse en lugares donde no perjudiquen la salud de la población ni ocasionen daños materiales, los que son cuantificables y pudieran causarnos perjuicios que nos podrían conducir a disputas judiciales.
Confiamos que el director del Injude tomará cartas en el asunto y nos devolverá la tranquilidad.
Fabricante y distribuidor de productos farmacéuticos.<br (Con el respaldo de 6 firmas)