Félix P. Camacho [email protected]
Me refiero al artículo de opinión del sr. conrado Godoy titulado “Abuso en la educación” publicado en LA PRENSA del 26 de febrero. Al respecto deseo expresar mi total desacuerdo con su punto de vista.
Si bien es cierto existe el mandato constitucional de que la educación es gratuita, también nuestra Carta Magna acepta la libre empresa. Lo anterior obliga por una parte al Estado a garantizar la educación de los nicaragüenses y por otra asegura la libre empresa que permite ofrecer y demandar el servicio educativo bajo el régimen privado. De esta manera las familias que cuenten con los recursos necesarios pueden inscribir a sus hijos en los colegios que cumpliendo con ciertos requisitos, son autorizados por el MECD. Los aranceles de estos centros se rigen por la ley de la oferta y la demanda, lo que permite que en un determinado caso si un centro ofrece un servicio educativo a un costo de US$2,500 mensuales, pues lo que ocurrirá es que no cuente con la suficiente demanda para poder operar. En otras palabras, son los padres de familia, no el Estado, quienes con su demanda, basada en el costo/calidad del servicio, permitirán la operación del centro.
Una educación de calidad, aquí y en cualquier parte es cara, de la misma manera que un servicio de salud de calidad es caro.