- Senadores piden que se consulte con ellos y la ciudadanía la estrategia a utilizar
AP
WASHINGTON.- A medida que Estados Unidos abre frentes contra el terrorismo, suenan voces cada vez más estridentes en el Congreso que denuncian una falta de objetivos claros en el conflicto.
La República de Georgia, las Filipinas y Yemen son lugares tan inestables como Afganistán y cuentan con poderosas facciones rivales. No hay una estrategia que defina claramente los objetivos y el fin de la participación norteamericana, al mismo tiempo que Ossama Bin Laden sigue prófugo y su organización Al-Qaeda ha conseguido reagruparse.
“Realmente desconocemos cuál es el rumbo. Se habla de acudir al Yemen. Se habla de ir a las Filipinas y a otros lugares”, dijo el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Tom Daschle, a la cadena noticiosa de televisión Fox.
“Antes de acudir a muchos de esos lugares, creo que es importante que comprendamos mejor el propósito de nuestra misión, cuánto tiempo estaremos allí, cuántos soldados acudirán a esos lugares y cómo afectarán nuestras tareas en Afganistán”, insistió el senador demócrata.
Por su parte, el senador republicano John McCain dijo el domingo a la cadena de televisión CBS que “debería haber muchas más consultas con el Congreso y con el pueblo norteamericano sobre cuál es exactamente nuestra estrategia y cuáles son los objetivos generales inmediatos”.
Todos los compromisos norteamericanos recientemente anunciados se limitan al envío de fuerzas estadounidenses o de asesores militares para entrenar a la tropa que persigue a los terroristas.
Sin embargo, todos esos compromisos han sido enumerados sin una conclusión ni fin operativo previsto, en lugares potencialmente conflictivos con problemas étnicos o regionales de muy difícil solución, afirman sus detractores. Destacan, por ejemplo, que el gobierno insiste que el objetivo es estabilizar países amigos a la par que combatir el terrorismo de Al-Qaeda.