Luz Violeta Ampié
Es indignante y vergonzoso que los diputados no puedan pensar como quienes los elegimos, como el maestro que gana entre mil y mil quinientos córdobas de salario y muchas veces tiene que recorrer varios kilómetros para llevar la luz de la enseñanza. Pero “nuestros” representantes no hacen propuestas para mejorar el salario del maestro, quien además tiene que pagar renta, agua luz y alimentación.
Los mismo ocurre al trabajador de la salud, quien en las jornadas sanitarias cumple la meta de vacunar en todos los rincones del país, a pesar de lo poco que gana y lo mucho que tiene que gastar para poder cumplir con su trabajo.
Los diputados deberían pensar por lo menos un día en la gran mayoría de quienes les eligieron en esta pobre pero querida Nicaragua.