José Adán Silva [email protected]
La hacienda La Chinampa ya no luce igual que hace cinco años, cuando reflejaba el poderío político y económico del ex presidente Arnoldo Alemán. Ahora es una finca triste y de aires desolados, donde aún quedan vestigios de la riqueza que se tejió con fondos públicos durante la reciente época presidencial en que Alemán labró su bonanza bajo las sombras del poder
Los potreros desolados, bordeados por caminos solitarios alfombrados de charcas de agua sucia y lodo, dan la bienvenida a la hacienda El Cielo, mejor conocida por los nicaragüenses como La Chinampa, la emblemática propiedad que reflejaba el poderío económico del ex presidente Arnoldo Alemán Lacayo.
La Chinampa fue adquirida por Alemán y su familia en mayo de 1998. Casi todas las principales instituciones gubernamentales del país pasaron por ahí, aportando recursos públicos para construir y mejorar la propiedad presidencial.
COMPRADA A PRECIO DE GUATE MOJADO
La finca, ubicada en el kilómetro 27 de la Carretera Vieja a León, en la comarca Los Cedros, no apareció nunca en su declaración de probidad, a pesar que el propio ex Presidente en un programa de televisión reconoció ser el dueño de la propiedad, lo cual luego fue ratificado por el ex secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Gilberto Wong, quien el 10 de enero de 1999 emitió un comunicado donde “aclaraba” que la hacienda mencionada en los medios de comunicación había sido adquirida por el ex mandatario en carácter personal.
Una investigación de la Contraloría General de la República, realizada en febrero de 1999, reveló que La Chinampa estaba registrada en Managua a nombre de la sociedad Gestiones y Negocios Inmobiliarios S.A., (Geninsa), la cual había comprado a la Cooperativa Agropecuaria de Producción Santa Rosa, a un precio de 1,500 córdobas por manzana. Entonces la propiedad constaba de 615 manzanas que habían costado al ex presidente 922,500 córdobas (97,910 dólares).
ERA CENTRO DE BACANALES
La compra se hubiese mantenido en secreto, de no ser por la ostentación de poder y riqueza que Alemán hizo de la propiedad. De pronto fue notorio que la extensa caravana de lujosos vehículos que siempre acompañó al ex presidente, se trasladaba a un lugar inusual cerca de una carretera vieja al oeste de Managua.
Las francachelas se hicieron cotidianas en La Chinampa. Cualquier día de la semana, los funcionarios más allegados a Alemán dejaban sus puestos públicos y se enfrascaban en tremendas parrandas de mariachis, tequila y whisky, en celebración por la reciente instalación de un pozo, del tendido eléctrico, de la siembra de árboles, de la llegada de ganado, de la finalización de la carretera interna, y de una infinidad de logros obtenidos mediante el uso de los recursos públicos.
Los cálculos de sus administradores, plasmados en un estudio de factibilidad del negocio agropecuario de la finca La Chinampa, indicaban que al año 2009 las ganancias de la hacienda, con inversiones en cítricos, aguacates, ganado, plátanos, caballerizas y otros, serían de 11.4 millones de dólares.
Según el mismo documento, las inversiones hechas en la finca durante los primeros meses fueron de 3,057,347 dólares.
DESFILES DE INSTITUCIONES POR LA CHINAMPA
De acuerdo a la investigación de la Contraloría, la Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), instaló allí tres modernos pozos de agua potable.
El entonces ministro de Enacal, Róger Solórzano, dijo que la familia Alemán pagó un poco más de 20,000 dólares por los tres pozos, pero una empresa privada que brinda servicios de perforación, aseguró que cada pozo de La Chinampa cuesta aproximadamente 17,000 dólares, es decir que la familia Alemán se ahorró 10,000 dólares por la perforación de cada uno.
La Contraloría también denunció que la Empresa Nicaragüense de Electricidad (Enel) realizó trabajos por más de medio millón de córdobas en propiedades de la familia Alemán Lacayo, entre las que se destaca La Chinampa.
Eduardo Mena, actual diputado liberal, quien fungió como director del Instituto de Desarrollo Rural (IDR) y que figuraba como representante de Geninsa, firmó los contratos con Enel para instalar dos mil 420 metros de líneas de distribución, dos transformadores y luminarias, en el trecho que va del kilómetro 27 y medio de la Carretera Nueva a León hasta el kilómetro 32.
Cabe señalar que una investigación de la Fiscalía General, realizada a mediados del año pasado, encontró evidencias de que La Chinampa fue construida con material de la saqueada empresa gubernamental Materiales y Construcción (Mayco).
Una auditoría realizada en agosto del 2002 al IDR, reveló que por compras de ganado que el IDR hizo a la hermana del ex presidente Arnoldo Alemán, Amelia Alemán, se emitieron cuatro cheques, de los cuales dos eran para pagar al Programa Polos de Desarrollo deudas contraídas en concepto de suministros de fertilizantes, urea y repuestos agrícolas que el IDR hizo a las haciendas La Chinampa, El Chile, San Joaquín y Santa Enriqueta.
CARRETERA AL CIELO
En su momento, la Contraloría denunció que Alemán aún no había cancelado al Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA) el costo por miles de plantas de aguacate, café, tamarindo, marañón y cítricos, que salieron del centro de mejoramiento agropecuario “Campos Azules” del INTA para sembrarse en La Chinampa.
La pavimentación de la carretera y la reparación de los caminos se hizo con la maquinaria pesada del plantel de la empresa ECONS 3, adscrita al Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI).
La Chinampa fue beneficiada además, con una bomba de combustible instalada por la Empresa Nicaragüense del Petróleo (Petronic), de la cual su amigo y socio, Byron Jerez, saqueó dinero para pagar la deuda de 859 mil dólares que Geninsa debía al quebrado Banco Nicaragüense de Industria y Comercio (Banic), mediante el mecanismo de las notas de crédito, revelado por LA PRENSA en el caso de los checazos.
ESTADO PAGABA SERVICIOS DE LA CHINAMPA
En diciembre del año pasado, investigaciones de la Procuraduría General de la República detectaron que Arnoldo Alemán utilizaba los fondos de la Fundación Democrática Nicaragüense (FDN) para el pago de diferentes servicios que recibían las haciendas de su propiedad y las de su familia, como La Chinampa, San Antonio y Santa Isabel, entre otras, según un informe enviado por la Policía Nacional el 31 de octubre del 2002 a la juez Primero de Distrito del Crimen de Managua, Juana Méndez.
Alemán sostuvo siempre que las cuentas de la FDN en Panamá eran “para defender la democracia en Nicaragua”, y que la misma recibía donaciones de diferentes personas naturales y jurídicas.
EL INFALTABLE BYRON JEREZ
Sin embargo, las investigaciones periodísticas demostraron que esas cuentas fueron alimentadas con fondos que salían de las arcas del Estado de Nicaragua. En total, el informe precisa 67 operaciones relacionadas con la emisión de cheques de las cuentas de la FDN en Panamá.
“Se pueden apreciar elementos relacionados a las operaciones de gastos en bienes muebles e inmuebles pertenecientes a las familias Jerez Solís y Alemán Lacayo con la utilización de dinero proveniente de la Fundación Democrática Nicaragüense, sociedad que obtuvo financiamiento vía triangulación de dinero, de las diferentes instituciones públicas…”, dice parte del informe firmado por el subcomisionado Denis Tinoco Zeledón, jefe de Auxilio Judicial de la Dirección de Investigaciones Criminales de la Policía.
En el informe se destaca la existencia de una nueva cuenta de la FDN que estaba desde 1998 en el Dresdner Bank de Panamá, la cual era manejada por Byron Jerez para sufragar los gastos de bienes muebles e inmuebles propiedad de la familia Alemán Lacayo.
Las operaciones eran disfrazadas con la compra inicial de cheques a Multicambios S.A., que emitía cheques para diferentes personas naturales y jurídicas.
MILES DE DÓLARES PARA LA CHINAMPA
Una de las operaciones detalladas por las autoridades policiales indica que el 14 de enero de 1999, Jerez emite de la cuenta de la FDN en el Dresdner Bank el cheque número 30652 a favor de Multicambios S.A. con valor de US$ 27,341.55.
Por el dinero recibido de la FDN, Multicambios, de su cuenta en el extinto Banco Intercontinental (Interbank), número 3511-4, emite el cheque número 813069 a favor de una sociedad llamada Tractoamérica, radicada en Miami, Florida, Estados Unidos, por valor de 9,910 dólares, en concepto de pago de equipos adquiridos por la sociedad Geninsa.
El presidente de Tractoamerica, Róger Terán, confirmó a LA PRENSA que su empresa negoció con Geninsa y que se entendía con Eduardo Hannon. Este último era el administrador de las fincas de Alemán.
Incluso existe una carta del 17 de febrero de 2000 en la que le recuerda a Hannon que a esa fecha La Chinampa tenía una deuda de diez mil dólares con su empresa y el Eximbank, sociedad bancaria que fue utilizada para respaldar la línea de crédito en equipos que Geninsa adquirió a través de Tractoamérica.
“El atraso de la cuenta de La Chinampa es grave, debido a que el próximo 28 de febrero (de 2000) el Eximbank por ley, tiene que pasarla a cobro judicial; lo que representará innecesariamente un problema serio para todos en Nicaragua”, dice el documento.
El 26 de octubre de 1998, de la cuenta número 3408-159481300 de la FDN, en el Dresdner Bank, Byron Jerez emitió el cheque número 27579 por valor de 22,684.96 dólares a favor de Multicambios.
Ese mismo día Multicambios libra cheque número 731060 con valor de 129,269.26 córdobas a favor de Formunica. Este pago era para cancelar insumos utilizados en fumigación de sorgo en las haciendas La Chinampa y San Antonio, ambas propiedades de Geninsa. El cheque fue recibido por Eduardo Hannon, administrador de las haciendas de Alemán.
En los documentos que soportan estas operaciones, según la Policía, existe una carta de Evaristo Pérez, gerente general de la empresa Irrigaciones McGregor, dirigida al ex secretario de la Presidencia, Alfredo Fernández, en la que se menciona el suministro de materiales que la empresa proveyó a Alemán, a través de requerimientos de Eduardo Mena, con valor de 13,487 dólares.
Además:
Checazos pagaron La Chinampa