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CIDH condena a Honduras por desaparecido

Es la segunda sentencia adversa al Estado hondureño ACAN-EFE Roman, Times, serif”> CIDH condena a Honduras por desaparecido Es la segunda sentencia adversa al Estado hondureño ACAN-EFE TEGUCIGALPA.- La Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado de Honduras por la desaparición y ejecución de un hondureño en julio de 1992, informó un organismo de […]

  • Es la segunda sentencia adversa al Estado hondureño

ACAN-EFE

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CIDH condena a Honduras por desaparecido



Es la segunda sentencia adversa al Estado hondureño

ACAN-EFE




TEGUCIGALPA.- La Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado de Honduras por la desaparición y ejecución de un hondureño en julio de 1992, informó un organismo de derechos humanos.

La condena emitida le fija al Estado de Honduras un plazo de seis meses para que responda a algunos requerimientos, dijo a ACAN-EFE, Bertha Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).

La denuncia e investigación respectiva sobre la desaparición en julio de 1992 del campesino Juan Humberto Sánchez, fue presentada por el Cofadeh, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, en octubre de 1992, cuando el Presidente de Honduras era Rafael Callejas, del conservador Partido Nacional.

Los responsables por la desaparición y muerte violenta de Sánchez, son militares, entre los que figura el sargento Ángel Belisario Hernández, quien lo habría ejecutado, subraya la denuncia.

Durante algún tiempo Sánchez fue operador de la Radio Venceremos, del ex guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de El Salvador.

Según el expediente, a Sánchez le mutilaron la nariz, las orejas y los testículos.

Su cuerpo sin vida y atado de pies y manos, fue encontrado el 20 de julio de 1992 flotando a orillas del río Negro, cerca de la frontera con El Salvador, añade el expediente, que además revela una serie de amenazas y hostigamientos contra los familiares del desaparecido, cuando entonces reclamaban justicia.

Juan Humberto era hijo de Dominga Sánchez, quien se vio obligada a huir clandestinamente a El Salvador, donde fijó su residencia en la comunidad de Perquín, cercana a la frontera con Honduras.

Tras evidenciar que habían suficientes elementos que incriminaban a autoridades del Estado de Honduras en el caso de Sánchez, la CIDH remitió el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica.

La fase final del juicio comenzó el 5 de marzo pasado, donde Honduras, representada por el Procurador General del Estado, Sergio Zavala, insistió en la inocencia oficial en el caso Sánchez.

Además, Zavala alegó que la Corte Interamericana no estaba en condiciones de juzgar a su país, porque hay un proceso judicial abierto contra el presunto asesino de Sánchez, quien fue detenido en enero de este año.

Bertha Oliva dijo que el Cofadeh “no está celebrando como un triunfo la condena de la Corte Interamericana, ni como una derrota contra el Estado de Honduras, porque esto no es un partido en el que un equipo gana y otro pierde”.

“Lo único que hacemos es recibir la justicia que le habían robado a los familiares de Juan Humberto, quienes ahora podrán enterrar sus restos en un cementerio digno, como el que se merecen todos nuestros muertos”, agregó.

En su opinión, las autoridades de Honduras “ahora tienen una nueva oportunidad para rectificar en todas las deficiencias del sistema judicial”.

Si la justicia hondureña hubiera actuado correctamente, “el país no estaría sufriendo un castigo moral internacional, ni el pago de una indemnización económica con la que tampoco se repara el daño a los familiares de la víctima”, remarcó Oliva.

Esta es la segunda vez que Honduras es condenada por la desaparición de personas.

En 1988 la condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos fue por los casos de Ángel Manfredo Velásquez, desaparecido en septiembre de 1981, y Saúl Godínez, en julio de 1982.

Según el informe que en 1993 presentó el entonces Comisionado de los Derechos Humanos, Leo Valladares, entre 1979 y 1990 en Honduras fueron desaparecidas al menos 183 personas.

El informe registra como desaparecidos a 105 hondureños, 37 nicaragüenses, 28 salvadoreños, cinco costarricenses, cuatro guatemaltecos, un estadounidense, un venezolano, un ecuatoriano, más uno de origen desconocido.

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