- Lo han visto en las últimas horas cerca del sitio donde asesinó a la anciana y a la niña
Carol MunguíaCorresponsal / [email protected]
Delvin José Bonilla Sevilla, de 24 años, es la verdadera identidad de Róger García Borge, actualmente perseguido por la Policía luego de haber asesinado a su madre de crianza (54) y a una niña de ocho años. Es calificado como un perturbado mental o un psicópata, según el perfil psicológico elaborado por Jairo Rodríguez, psicólogo forense y catedrático universitario.
Es un psicópata reincidente. Sus antecedentes policiales demuestran una vida larga y peligrosa en el mundo del crimen. Su carrera comenzó el 17 de septiembre de 1988 cometiendo robos con fuerza y con escalamiento; y ha continuado hasta ahora.
El comisionado Erick Brenes indicó que el 29 de junio de 1993, hace diez años, fue detenido por ser el autor de un doble asesinato perpetrado en la ciudad de Juigalpa, por el cual fue castigado con la pena máxima de 30 años de cárcel.
“Fue por su corta edad que esta pena le fue minimizada a seis años”, informó el jefe policial, que no precisó cuándo salió en libertad.
Al salir libre llegó a Chinandega a trabajar realizando viajes hacia Managua, conoció a sus futuras víctimas, conquistó sus corazones haciéndose pasar por “mansa paloma” y éstas le albergaron, le dieron la familia que nunca tuvo.
Luego viajó a Costa Rica y regresó de allá hace un mes y quince días, solamente para arruinar la vida de sus protectores, que nunca imaginaron que tendrían a un enemigo íntimo en casa.
Para el psiquiatra Rodríguez, los datos que revelan los acontecimientos y comentarios de los familiares, indican que se trata de una persona proveniente de un hogar desintegrado, abandonado por su madre biológica y probablemente rechazado por su entorno.
“Sospecho que este doble crimen estuvo acompañado de los efectos de droga o algún estupefaciente”, expresó, pues su esfera mental está alterada tanto emocional como psicológicamente y ello explica el odio y el resentimiento en contra de sus víctimas. No sería extraño que antes de los hechos haya sostenido una discusión con alguien de la familia o cercana a ella, que le permitió descargar sus impulsos y que lo inadaptó del entorno, describió el especialista.
Algunos pobladores han visto al presunto autor del crimen vagando por las calles en las últimas horas, vestido con calzoneta azul, sin camisa e inhalando pegamento de zapatos.
El comisionado Brenes confirmó que se le ha visto en lugares cercanos al sitio de la tragedia, llorando por la muerte de su madre pero no comenta para nada que fueron asesinadas.
INTENSO OPERATIVO PARA CAPTURARLO
Seis miembros de la Familia Borge García ingresaron a la media noche del sábado a Chinandega, para acudir al sepelio de Doña Ridiam del Socorro Borge y su nieta Daniela, atrozmente asesinadas por un hijo de crianza.
Procedentes de Costa Rica, asistieron al entierro los padres de la niña mancillada y asesinada, Milagros y Daniel García, quienes se fueron este año al vecino país en busca de mejores oportunidades para sus vástagos.
También en su viaje de retorno, les acompañó el compañero de vida de Doña Ridiam, Eulogio García y sus hijos Margarita y Eddy García Borge.
En el reparto se viven momentos de tensión. La Policía Nacional recibió ayer en todo el día al menos 15 llamadas telefónicas de personas que han reconocido al victimario Róger García, en lugares cercanos al lugar del crimen.
“La población entró en persecución del supuesto homicida pero no ha sido capturado. Hemos descartado que el implicado haya huido hacia Honduras o Costa Rica, porque se le ha visto en Chinandega”, dijo el comisionado Erick Brenes Castro, jefe de Auxilio Policial de Chinandega.
Se han registrado buses y camionetas interurbanos. Se han efectuado patrullajes constantes en los barrios periféricos, entre otras pesquisas.
El comisionado Brenes dijo que dos testigos oculares vieron al sospechoso en repartos cercanos, quienes lo describen como un hombre de mirada desorbitada y totalmente drogado.
Se avanzó poco en los intentos de capturar al criminal y aunque el entierro tuvo resguardo policial, los agentes informan que en cuestión de horas estaría tras las rejas.
Algunos pobladores de los barrios cercanos a la escena del crimen, han expresado que el autor debe pagar con la pena máxima el crimen cometido.
Los familiares y vecinos dijeron estar aún impactados al haber visto la escena del crimen, donde la niña yacía con su lengua de fuera y en medio de un charco de sangre; mientras su abuela se desangraba por la herida en el cuello que le propinó su hijo de crianza.
El médico forense, Róger Pereira Umaña, en su dictamen dijo que la niña también fue mancillada contranatura.