Las empresas de la Cornap: ¿piñata o chatarra?

Maquinaria en total abandono, cubierta por una fina capa de polvo y un velo de telarañas, que en sus mejores tiempos, en la década de los años 80, llegó a producir 11 millones de yardas de tela para vestir entre otros a los efectivos del Ejército y de la Policía, forman parte de los pasivos de la empresa Fanatex, una de las cinco que deberán ser privatizadas a favor de los trabajadores, lo cual no ocurrirá mientras el Ejecutivo y los beneficiados no logren ponerse de acuerdo en el valor de los bienes.

Ubicada en Carretera Norte en Managua, Fanatex se levanta sobre un terreno de 11 manzanas de extensión, el que junto al edificio se muestran como los bienes más preciados de esta empresa que para la junta general de la Corporación Nacional del Sector Público (Cornap), tiene un valor total de 9.7 millones de dólares, pero que para los trabajadores baja hasta 1.8 millones de dólares, según avalúos independientes que las partes tratarán de conciliar mañana martes en el reinicio del diálogo para concluir en un plazo aún no determinado, con la privatización de la empresa.

El pleito por esta empresa es apenas la punta de lanza de un paquete de 23.8 millones de dólares que para el presidente de la junta general de la Cornap, Chéster Noguera, valen las empresas Fanatex y Cotexma (productos textiles), Cartonica (cajas de cartón), Emensa (metal-mecánica) y Coprenic (productos de la construcción), a cuya privatización, aseguró, no se opone el Estado “siempre y cuando se pague ese valor”, mismo que es cuestionado por los trabajadores, quienes según dicen, el gobierno parece hacer tales avalúos “como si las empresas hubiesen cerrado ayer”. De las cinco empresas, Coprenic y Emensa son las únicas dos que están operando y, en ese sentido, deben rendir cuentas a la Cornap.

Noguera confirmó que todas las empresas han sido entregadas “en administración y guarda de los trabajadores” y “serán dueños legítimos legales cuando acepten su valor y entonces se elaboren las respectivas escrituras”.

La situación de cada empresa difiere (ver recuadro), por ejemplo, Fanatex y Cotexma tienen más de 10 años de haber cerrado, Cartonica cerró hace tres años. Dos están operando a medias: Coprenic fue rehabilitada por los trabajadores y Emensa se encuentra aún trabajando aunque con dificultades económicas.

Sin embargo, conciliar el valor de las empresas es un asunto que parece va para largo, pues por ejemplo la Ley 360 aprobada por la Asamblea Nacional el 8 de septiembre del 2000, mediante la cual se autoriza la privatización de Fanatex a favor de sus 564 trabajadores, afirma que el avalúo de la empresa será establecido por la Cornap y los trabajadores, pero “en caso de discordia, se resolverá nombrando un perito por medios judiciales”.

El secretario de Comunicación Social de la Presidencial, Joel Gutiérrez, sostuvo que el Presidente de la República, Enrique Bolaños, está consciente de que debe cumplir con la privatización de las empresas y honrar así el compromiso adquirido, hace ya 12 años por la ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro con los trabajadores, pero advirtió que “no permitirá una nueva ‘piñata’ (sandinista)”.

Luego de los llamados Acuerdos de Concertación Económica y Social, tomados durante la administración de la ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro para la privatización de las empresas, éstas tuvieron en manos del Estado tras su cierre. Posteriormente una a una en diversos años fueron entregadas en guarda y administración a los trabajadores, lo que por ejemplo se hizo con Fanatex en 1997 y más recientemente con Cotexma en mayo del 2003.

LOS CÁLCULOS DEL GOBIERNO

Noguera ratificó que la Cornap está dispuesta a cumplir con el proceso de privatización de estas empresas siempre y cuando se pague su valor, porque aseguró que no se arriesgarán a que la Contraloría General de la República (CGR), vaya a cuestionar el proceso si las empresas se venden a un menor precio.

Sostuvo que si se toma en cuenta la totalidad de las deudas de las empresas, más sus pasivos incluyendo el laboral, quienes deseen adquirirlas bien lo pueden hacer pagando un poco más de 3.3 millones de dólares a través de bonos estatales.

Según documentación de la Cornap, las cinco empresas deben 16 millones de dólares, principalmente a la Dirección General de Ingresos (DGI), la Dirección General de Aduanas (DGA), el Banco Central de Nicaragua (BCN), el Seguro Social (INSS) y a la Empresa Importadora (Enimport) del Ministerio de Hacienda.

Además, también deben cancelar impuestos municipales pendientes, así como deudas por servicios básicos como energía y telefonía fija.

Los 16 millones de dólares en deudas deben ser honrados por los trabajadores, y son adicionales a los 23.8 millones de dólares que valen las empresas.

“Si pagan con bonos, las privatizamos, siempre y cuando respondan por las deudas”, enfatizó Noguera.

“El presidente Enrique Bolaños no me puede dar a mí la orden de que entregue estas empresas, porque no podemos hacerlo por un valor menor”, insistió el presidente de la Cornap.

Noguera señaló al Frente Sandinista de pretender reeditar otra “piñata” exigiendo la privatización de las empresas, pues a inicios de noviembre el partido condicionó su apoyo a la aprobación de varias leyes que el Ejecutivo está urgiendo, pues son parte de las condiciones que el país debe cumplir para alcanzar en diciembre el Punto de Culminación de la Iniciativa para Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC).

“Lo que quieren es que se privaticen todas estas empresas sin pagar nada”, indicó Noguera al sostener que el Ejecutivo no está dispuesto a ceder.

“El gobierno de Nicaragua lo que quiere garantizar es que estas privatizaciones se hagan a precios aceptables, de manera que no se constituyan en una nueva piñata”, dijo entre tanto el vocero presidencial.

CONTRAPROPUESTAS

Luis García, representante de la empresa Cotexma, se defendió al asegurar que la Cornap “está valorando la empresa como si hubiese cerrado ayer, cuando tiene diez años”.

Localizada en la Carretera Tipitapa-Managua, en las cercanías del balneario El Trapiche, Cotexma llegó a producir 20 mil docenas de calcetines al mes, posee un terreno de 16 manzanas de extensión, pero García insistió en que esta empresa tiene un valor de 778 mil dólares, muy distante de los tres millones de dólares a juicio del Ejecutivo.

“La Cornap le da un gran valor a la maquinaria que ya es obsoleta, pero seamos claros, el mayor valor lo tiene la tierra”, admitió.

Rechazó que tengan un padrino dentro de las filas sandinistas, pero dijo que si ese partido decide apoyar la aprobación de una nueva ley para apresurar la privatización de la empresa , “pues sería bárbaro”.

En el mismo tono, Asunción Moreno, el representante de los 114 trabajadores de la empresa Coprenic, localizada en las cercanías del barrio Acahualinca de Managua, donde se producen algunos materiales de construcción luego que los trabajadores decidieron capitalizar 1.7 millones de córdobas que recibieron como indemnización, rechaza el avalúo del gobierno.

Para la Cornap Coprenic tiene un valor de 760 mil dólares, pero a juicio de Moreno el 73 por ciento de las acciones de la empresa que los trabajadores pueden adquirir, alcanzan un valor unitario de 58.32 dólares, es decir arriba de los 127 mil dólares.

Moreno se quejó de que la Cornap le ha venido variando el precio a la empresa, pues según él en julio pasado cada acción llegó a los 295.58 dólares, “lo cual es un valor que nosotros definitivamente no aceptamos, porque por ejemplo la maquinaria tiene más de 30 años de uso”.

Domingo Calero, de la empresa Fanatex, sostuvo que ellos están en la disposición de pagar 1.8 millones por la empresa, en vez de los 9.7 millones que exige el gobierno, pero admitió que para llegar a un acuerdo sobre el valor, en efecto deben pasar por un largo proceso con las autoridades de la Cornap.

“No estamos diciendo que no vamos a pagar, sino que tengamos un avalúo real, ese es el asunto”, enfatizó.

Según las respectivas leyes de privatización de las empresas, los trabajadores tienen un plazo de tres a 20 años para pagar el saldo de las empresas, por lo que sus representantes aseguran que cumplirían con el compromiso de pago.

QUIEN ES QUIEN

Cartonica: ubicada en el departamento de León, entre la Carretera León-Chinandega, constituida en 1982 y dedicada a la fabricación de cajas de cartón. El terreno fue adquirido por declaración de utilidad pública, actualmente en proceso de finiquito para indemnizar a sus antiguos propietarios, es decir a favor de uno de los hijos de la sucesión Argüello-Sampson.

El capital social de la empresa está compuesto por 1,000 acciones nominativas, cerró operaciones en diciembre del 2000 y fue entregada en administración y guarda en febrero del 2002, a favor de 163 trabajadores.

Cotexma: inició operaciones en 1981 dedicada la confección de telas en el municipio de Tipitapa, de Managua, pero cerró en 1992. Al cierre existían cerca de 1,500 trabajadores. Su capital social está compuesto por 100 acciones, y fue entregada en administración y guarda a favor de los trabajadores, en mayo del 2003.

Coprenic: aún trabaja en productos prefabricados para la construcción, cerca de la entrada al basurero La Chureca, en el barrio Acahualinca de Managua. Adquirida por el Estado mediante ejecución judicial del ahora desaparecido Banco Nicaragüense de Industria y Comercio (Banic), pero el Ministerio de Hacienda absorbió las deudas del banco, pasando dicho Ministerio a ser el titular de la participación accionaria del Estado.

El capital social está compuesto por 3,000 acciones, el 73 por ciento de las cuales deben pasar a manos de los trabajadores.

Emensa: ubicada en el kilómetro 11 de la Carretera Vieja a León. Aunque con problemas económicos, aún se dedicada a la fabricación de estructuras metálicas. Su capital social está compuesto por 7,000 acciones en manos del Banco Central de Nicaragua (BCN), producto de la absorción de las deudas del antiguo Banco Nacional de Desarrollo (Banades). 58 trabajadores tienen derecho a opción de compra del 100 por ciento de las acciones.

Fanatex: ubicada en Managua en el kilómetro siete y medio de la Carretera Norte, se encuentra en posesión de 564 trabajadores, quienes tienen derecho a comprar la totalidad de sus 100 acciones nominativas. Cerró en 1992.

EL CHINGASTE

Las cinco empresas cuya privatización discuten el Ejecutivo y los trabajadores, forman parte de los últimos vestigios de un paquete de 352 empresas que el gobierno sandinista confiscó o creó durante la década de 1980.

Estas empresas constituían 22 corporaciones agrupadas en la Corporación Nacional del Sector Público (Cornap), entidad gubernamental encargada de concluir el proceso de privatización de estas cinco empresas: Fanatex, Coprenic, Cartonica, Emensa y Cotexma.

Un 50 por ciento de esas 351 empresas fueron devueltas a sus dueños tras el retorno de la democracia durante la administración de la ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro, mientras que la otra parte comenzó a ser privatizada en distintas modalidades a partir de marzo de 1991, dándole una cuota a los trabajadores, en el marco de los llamados Acuerdos de la Concertación Económica y Social.

En esos acuerdos, que habían sido ratificados un año antes por el voto de los diputados del Frente Sandinista y de la entonces Unión Nacional Opositora (UNO), se decía que “el Gobierno, al privatizar empresas del Estado, tomará en cuenta los derechos adquiridos de los trabajadores, así como el derecho a participar en la propiedad de las mismas”.

En su Editorial de la edición del 5 de febrero del 2003, LA PRENSA recuerda que “en 1990 las empresas de la Cornap generaban el 31 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, tenían casi 80 mil trabajadores, aportaban el 40 por ciento de la producción industrial y más del 50 por ciento de la de mariscos y pescados, monopolizaban la mayor parte de las exportaciones de café y azúcar, y operaban en prácticamente todas las esferas de la actividad industrial, agropecuaria, comercial y de servicios del país”.

Después de 13 años la Cornap ha quedado reducida a un pequeño grupo de empresas cerradas y con maquinaria obsoleta cuyo valor radica en las grandes extensiones de terreno que ocupan y los edificios.

La administración del presidente Enrique Bolaños reconoce el compromiso adquirido con los trabajadores por la administración de la ex presidenta Chamorro, pero insiste en que para completar la privatización de las cinco empresas, los trabajadores deben pagar su valor real, según palabras del secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Joel Gutiérrez.

COSEP A LA ESPERA

El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), Alfredo Cuadra, se pronunció en términos escuetos sobre el asunto. “Es un campo totalmente de la Cornap, es la que sabe cuánto valen estas empresas, realmente nosotros estamos esperando que la Cornap nos presente más o menos cómo está la valoración de estas empresas”, indicó Cuadra.