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Homosexualismo vs. teología bíblica

Ernesto [email protected]

A propósito del lema del nihilismo: Si te agrada hazlo. Pablo en Gálatas 5.19 menciona algunos de los pecados sexuales: inmundicia. El griego expresa una variedad de pecados sexuales, pero me limitaré al homosexualismo.

Los homosexuales masculinos están capacitados físicamente para tener relación sexual con mujeres. Y las homosexuales femeninas están listas físicamente para su relación con los varones. Además, las mujeres, mientras no lleguen a la menopausia, la naturaleza misma les recuerda cada 28 días que no nacieron para formar parejas con otra mujer sino con un varón, para ser esposas y madres y perpetuar la especie humana.

La razón por la cual los homosexuales masculinos y femeninos no están conformes con su sexo y quieren formar parejas de su misma condición biológica, no es fisiológica sino sicológica. El intento patético de hallarle una explicación fisiológica al homosexualismo ha fracasado hasta ahora, aunque otra cosa digan los opinantes parcializados por su simpatía por parientes y amigos homosexuales.

Los griegos tenían la homosexualidad en su medio que lo refleja la literatura de su época. La cultura helénica había invadido a Roma y uno de los grandes filósofos, Sócrates, lo practicaba. El emperador Nerón, que había hecho castrar al joven Esporo, se casó con éste en una ceremonia matrimonial. Lo llevó a su palacio en procesión y allí vivió con él como esposa. La falta de moral fue una de las causas de la caída del imperio romano. Catorce de los quince primeros emperadores de Roma practicaban el homosexualismo.

La Biblia llama pecado a toda práctica homosexual y la condena imperativamente. Se menciona por primera vez en las acciones perversas de Sodoma y Gomorra, en Génesis 19, de donde viene la palabra sodomita, 1 Reyes 14.24; 15.12; 22.46, 1 Timoteo1.10; todas tienen que ver con la prostitución idolátrica masculina.

La homosexualidad fue categóricamente prohibida por Dios en el Antiguo Testamento que regulaba la vida sexual de su pueblo: Levítico 18.22; 20.13, Deuteronomio 23.18. Se le llama abominación, lo cual es coherente con su raíz: detestar, odiar. Fue tan abominable que a quienes la ejercían se les infligía la lapidación: Levíticos 20.13

El Nuevo Testamento exhibe en Romanos 1.18-32 como una de las consecuencias de la rebelión de la humanidad contra el Señorío de Dios: “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural porque es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismo la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Él los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen”.

La Biblia no trata sobre la cuestión de los orígenes sociales frente a los orígenes biológicos de la homosexualidad, sino que simplemente lo presenta como pecado y condena su práctica. De ahí muchas autoridades seculares indican que nadie nace invertido, sólo se llega a ello cuando el hombre ha concebido en su corazón el hecho de pecar. Cada homosexual es susceptible de ser perdonado por el Señor Jesucristo y sólo hay un pecado que no puede ser perdonado: la blasfemia contra el Espíritu Santo.

El autor es doctor en teología y consejero bíblico.

Editorial
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