Luis Alemán Saballos [email protected]
Dos años después del crimen contra Cintya Escarlata López Blanco, su asesino aún no ha sido capturado por la Policía Nacional, a pesar de los grandes esfuerzos que se hacen a nivel regional e internacional para su ubicación, captura y extradición.
Así lo informó el comisionado general Orlando Aguilera, segundo jefe de la Policía Nacional, al Procurador de la Niñez y la Adolescencia, Carlos Emilio López, hermano de la joven asesinada el 28 de diciembre del 2001.
Tras finalizar una reunión sostenida con miembros de la Jefatura Nacional de la Policía, el Procurador confirmó que los altos jefes le afirmaron que a pesar del despliegue de la información circulada a nivel internacional, todavía no se sabe con exactitud el lugar donde se esconde Carlos Andrés González González, condenado a 30 años de prisión por el crimen contra Cintya Escarlata.
“Los jefes nos han informado que el caso no se ha archivado y que a lo largo de estos 24 meses la Policía ha mantenido un proceso de investigación en donde han difundido la fotografía y sus huellas, y utilizado una serie de métodos y técnicas de investigación informática de inteligencia, y Carlos Andrés sigue en la lista roja de Interpol como el nicaragüense más buscado a nivel internacional”, explicó el Procurador.
HAY CONFIANZA
A pesar de los pocos resultados mostrados hasta ahora en la ubicación, búsqueda y captura de Carlos Andrés, el Procurador reafirmó su confianza en la profesionalización de la Policía en que al final dará con el paradero y la extradición del asesino.
Utilizando datos oficiales de la Policía Nacional, el Procurador de la Niñez y la Adolescencia, reiteró que el asesinato y el homicidio en contra de mujeres es un fenómeno social y, en tal sentido, llamó a los familiares de todas las víctimas de este delito a clamar por justicia y que de manera colectiva exijan al sistema judicial que los crímenes contra mujeres, niños y niñas no queden en la impunidad.
Cintya Escarlata fue asesinada en las primeras horas del 28 de diciembre, cuando se defendió de su asesino que pretendía violarla, su cuerpo apareció semi enterrado en un cauce, ubicado en la comunidad Villa Gothel, camino a Las Jagüitas, hasta donde la llegó a botar en una camioneta de tina azul, Nissan, propiedad de la empresa Fogel, donde ambos, víctima y asesino, trabajaban.