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Ésta es la zanja que comenzaron a excavar los pobladores del barrio Milagro de Dios, para buscar agua potable.

Buscan pegarse del tubo madre para tener agua

Pobladores del Milagro de Dios ejecutan medida desesperada porque Enacal se olvidó de ellos Martha Solano MartínezEspecial para LA [email protected] Calles en mal estado, charcas y corrientes de aguas negras por todas partes son algunos de los problemas que a diario enfrentan los pobladores del Barrio Milagro de Dios, a los que se le suma […]

  • Pobladores del Milagro de Dios ejecutan medida desesperada
    porque Enacal se olvidó de ellos

Martha Solano MartínezEspecial para LA [email protected]

Calles en mal estado, charcas y corrientes de aguas negras por todas partes son algunos de los problemas que a diario enfrentan los pobladores del Barrio Milagro de Dios, a los que se le suma un inconveniente principal que desde hace nueve años no han podido solucionar: la falta de agua potable.

“Este problema lo tenemos desde que se fundó el barrio. Yo tengo nueve años de vivir aquí y desde que vine tengo que madrugar para agarrar un poquito de agua”, dijo doña Luz Mercedes Chacón.

Es por eso que ahora todos los pobladores de este populoso barrio amenazan con conectarse ilegalmente del tubo madre que pasa por las principales calles del Milagro de Dios, como una medida para recibir más agua durante el día.

Normalmente, los habitantes tienen cuatro horas para llenar cuantos recipientes encuentran vacíos, porque el agua llega a las 2:00 a.m. y se va a las 7:00 a.m.

“Nosotros tenemos bastante rato de estar así. Yo tengo seis años de vivir aquí y hay que madrugar todos los días. Este barrio ha sido marginado. A veces se va (el agua) hasta ocho días y no se preocupan por nosotros y eso que el agua es lo más necesario para los humanos. Por eso estamos haciendo esta zanja para pegarnos del tubo madre”, explicó Francisco Vanegas Rojas.

UN AÑO SIN AGUA

A pesar de recibir solamente cuatro horas al día el agua potable, podríamos decir que Francisco y Luz Mercedes son personas con suerte, ya que existen otros habitantes, como Josué Lezama, quien pasa las 24 horas del día sin agua en su casa y si no fuera por su vecino otra sería la historia.

“Desde el año pasado que no tenemos agua potable. Quién sabe qué pasó, entonces tenemos que pasar la manguera donde el vecino del otro lado y cada dos días nos levantamos de madrugada para llenar los barriles, la pila, los baldes, las tinas y todo lo que hallemos. Ocupamos todo lo que esté desocupado para recoger agua para dos días”, dijo Lezama.

SÓLO LA LUZ

Los únicos entes del Estado que se han preocupado por Milagro de Dios y sus habitantes, son el Ministerio de Salud (Minsa) que hace dos meses abatizó el lugar, y Unión Fenosa que legalizó el consumo de energía, y ahora todas las humildes viviendas lucen un medidor nuevo.

Como las autoridades de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) no muestran interés por ordenar el consumo de agua potable en el barrio Milagro de Dios, todos los habitantes se están pegando del tubo madre para poder solventar este antiguo problema. A ver si las autoridades prestan atención y buscan una mejor solución.

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