- Esperan que puedan pasar la prueba de inspección sin mayores problemas
María José Bravo [email protected]
Las diferentes queseras de Chontales y de todo el país se están preparando para recibir en las primeras semanas de enero una inspección por parte de los salvadoreños, que manda una delegación orientada desde el Ministerio de Salud, esto se debe al pronto vencimiento del permiso que este país les dio a los productores para que puedan vender queso, quesillo y crema nicaragüense.
Según Julio Robleto, dueño de la planta procesadora de quesillo Las Mesas dijo que esta inspección que realizan los salvadoreños es la más estricta, ya que ponen muchos requisitos para no darles permiso a todos, para que entre menos producto nicaragüense al mercado de ellos para vender el queso.
Dentro de los principales requisitos que piden los salvadoreños están, tener lavado de botas, que todos los equipos que usan sean de acero inoxidable, tener un control de plagas, realizar fumigación, mantener bien limpio los lugares donde se realiza el producto, realizar pruebas de calidad a la leche, entre otros.
Esta delegación que viene a supervisar las plantas procesadoras está compuesta normalmente por médicos, ingenieros, y todos los gastos de transporte y alojamiento son costeados por los dueños de las plantas.
Las mejores queseras de Chontales como son Las Mesas, Ríos de Leche, de la cooperativa Agropecuaria de Santo Tomás, producen alrededor de 80 mil libras de quesillo y de 90 mil libras de queso al mes, teniendo un promedio de ingreso de más de 2 millones de córdobas mensuales, esto según la temporada, ya que en el verano sube el precio del producto.
Las mayorías de las plantas procesadoras de leche reciben la supervisión por parte del Ministerio Agropecuario Forestal (Mag-For) cada 15 días, el único que está autorizado para realizar estas inspecciones y el que les ha brindado apoyo dándoles asistencia técnica.
CONTRABANDO
Cuando los inspectores sanitarios salvadoreños no entregan los certificados requeridos, hay una buena parte del queso que sale de contrabando por puntos ciegos, lo cual ocasiona pérdidas tanto a los productores nacionales, comerciantes ilegales y a los ganaderos salvadoreños.