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Campamento de alegría

Sin distingos de ninguna clase, se saludan, intercambian insignias, platican y se ayudan. Ignoran los problemas entre sus países y los vecinos del área: “Cosas de viejos”, dicen, en medio de un festivo ambiente tipo Boy Scout José Adán Silva [email protected] ¿Guerras? ¿Problemas limítrofes y diferencias político-económicas? Al diablo con esas cosas. Esta juventud representa […]

  • Sin distingos de ninguna clase, se saludan, intercambian insignias, platican y se ayudan. Ignoran los problemas entre sus países y los vecinos del área: “Cosas de viejos”, dicen, en medio de un festivo ambiente tipo Boy Scout

José Adán Silva [email protected]

¿Guerras? ¿Problemas limítrofes y diferencias político-económicas? Al diablo con esas cosas. Esta juventud representa a otra Centroamérica. A la mayoría de jóvenes Boy Scout del istmo no les importan las cosas de un pasado que no conocen y sólo saben que Nicaragua es un país pobre, pero alegre y muy bello.

En el campamento nacional de Boy Scout, en la entrada a la ciudad de Masaya, todo es jolgorio y bulla juvenil. Se celebra el XX Campamento de Adolescentes Scout de Centroamérica por primera vez en Nicaragua.

Los parlantes de una radio-discomóvil inundan el ambiente con ritmos caribeños y merengues sudamericanos y los grititos de los distintos campamentos no se dejan esperar cuando alguna muchacha de Honduras le manda saludos y besitos a los sonrojados vecinos nicas, y los panameños hacen lo mismo con las muchachas costarricenses.

En este evento, que se realiza cada dos años, participan 1,400 Scout de Centroamérica, incluyendo Panamá y Belice, más delegaciones invitadas de Puerto Rico, Estados Unidos y México, según la encargada de prensa, Morena Guadalupe Espinoza. Las edades de la mayoría de los participantes andan entre los 10 y 16 años.

COSAS DE VIEJOS

Para la mayoría de Scout ésta es la primera vez que vienen a Nicaragua y, sorpresa, es un país bello donde abundan los volcanes y los lagos.

Kevin Barahona, hondureño, de 15 años, sabe poco de su vecino país: Managua es la capital, una ciudad bonita; Masaya y Granada son dos ciudades muy lindas, la gente es pobre pero muy amistosa, “pero no venía a conocer sus ciudades, sino a hacer amigos de toda Centroamérica. ¿Cosas malas del país? No, no me interesa escuchar cosas de discusiones y diferencias políticas, son cosas de viejos”, dice.

Éstos ya han levantado la casa de campaña y en lo alto ondea la bandera de Panamá. Se ven animados y esperan la hora en que puedan entrar en contacto más directo, así como en competencias, con sus hermanos Scout de otros países.

Luis Samudio, de 14 años y Amílcar Becerra, de 15, se turnan para hablar sobre la experiencia. Para ellos, Nicaragua es una bella nación, de gente amistosa y trabajadora, buena onda todo. Nada más. ¡Ah!, hace un buen clima y la corteza de cerdo (chicharrón) es muy rica.

¡QUÉ CALOR!

Carmen Ramírez, con su tropa de muchachas costarricenses, es la primera vez que está en Nicaragua. Son quienes más cerca están del país, y quienes mucho más informados viven sobre la situación de Nicaragua, pero aún así, la realidad les cambió la percepción: “Venimos preparados a demostrar que somos capaces de adaptarnos a cualquier terreno. Venimos a hacer amigos, y no nos hemos equivocado, sentimos mucha seguridad, mucha tranquilidad, como en casa”, dice.

Ellas dejaron por momentos las pupusas allá, y aquí vienen a probar de todo. María Auxiliadora Karraá, salvadoreña, de 14 años, es apoyada por sus amigas del campamento para que hable.

Espera ganar una gran experiencia y hacer muchas amistades, intercambiar e-mail (correo electrónico), fotos y artesanías. Apenas habían venido y ya habían logrado amistades de Scout de Panamá, Nicaragua y Honduras. “Ningún problema”, dice. ¿Lo malo del campamento? El calor y el viento.

¿DÓNDE ESTÁN LOS CUATES?

Su contraparte masculina, representada en Diego José López, está entusiasmada por sus vecinas: dos patrullas de muchachas costarricenses. Todos ríen y se ponen ruborizados. Quieren ganar uno de los mejores equipos de Scout del campamento y hacer muchas amistades.

Lo mismo piensa la patrulla de la Baja California, México; inquietos y alegres, para ellos Nicaragua “es bien padre, aunque mucho calor”. Claro, vienen del frío de menos diez grados del Norte.

“De Nicaragua nos decían que era un país igualito que México, bonito, aunque nos dijeron que había muchos guerrilleros, pero no he visto ni uno solo de esos cuates”, dice Roberto Avilés, y sus compañeros de aventuras lo respaldan en risas y aplausos.

PIE DE FOTOS:

Foto 1.- Esperando a que los ubiquen en su lote, donde acamparán por una semana, estos scout de la tropa 55 de Matagalpa cuidan sus estandartes.

Foto 2.- Scouts Nicas juegan sobre una de las torres en la entrada principal del campameno donde se está llevando a cabo el Camporee centroamericano.

Foto 3.- Los ritmos caribeños y el reggae panameño suenan en el ambiente del Campamento Centroamericano de Scout, y las niñas y adolescentes de Costa Rica comienzan a bailar, despertando suspiros y piropos de sus compañeritos centroamericanos.

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