José Leñero G.*
La sicología reconoce que toda acción humana tiene dos etapas: creación mental y ejecución física.
La gerencia había descubierto que planear permite identificar las actividades y los recursos para ejecutar cualquier acción compleja. Pero el papel de la creación mental es casi contemporáneo al de visión estratégica como herramientas para que los líderes definan la posición que quieren alcanzar para su empresa y cómo lograrlo.
La velocidad del cambio a partir de 1950 hizo necesario lo anterior para hacer oportunamente las acciones para aprovechar oportunidades y defenderse de amenazas.
Los cincuenta ven las propuestas de Deming y Juran, vigentes hasta hoy. Ellas introducen: importancia del cliente, razón de ser de las empresas y el cambio de mano de obra por personal que mediante su educación es capaz de participar en el mejoramiento continuo de lo que hacen.
En 1980 Michael Porter define estrategia como forma de combatir a la competencia y llevar negociaciones con clientes y proveedores.
Poco antes, Taichi Ohno muestra que en la entrega de un producto a un cliente interviene una cadena de empresas, desde la que proporciona los primeros insumos hasta que el producto llega a manos de su usuario final.
Si los integrantes de ese proceso ampliado se ponen de acuerdo como socios, evitan almacenamientos y desajustes en la calidad que necesita el siguiente, lo que produce gran economía en el proceso total y permite entregar al cliente productos mejores y más baratos. Además, si el cliente vuelve a comprar, todos los miembros del proceso ampliado disfrutan de su recompra.
En 1990 Porter reemplaza su visión anterior por el diamante de cuatro puntas que resalta las ventajas de formar parte de un cluster, esto es, conjunto de empresas proveedoras de materiales y servicios y aún de competidoras que desarrollan en un espacio geográfico, una gran especialización en su producción.
En este período aparece el valor de la duración de los procesos como el factor de costo más importante (Time Based Mgm. y Reingeniería), especialización de proveedores (outsourcing) y especialización de los empleados (core competencies).
Al borde del 2000 aparecen aportes significativos de Porter, Prahalad y Collins que definen que estrategia es forma diferenciada de dar los productos que desean los clientes, lo que hace necesario tener más que el personal justo para producir lo actual para que creen el músculo que se necesitará mañana y que las empresas que sobresalen trabajan solo en áreas en que son las mejores y donde su personal se apasiona en su trabajo.
En el 2000 Hamel lanza liderando la revolución que muestra que la estrategia debe integrar aspectos como su estrategia básica, sus recursos estratégicos, las necesidades de sus clientes y la red de valor integrada por sus proveedores, socios o coaliciones, estén éstos en el cluster vecino, o se llegue a ellos mediante el Internet.
Mi proyección al siglo XXI, se basa en esta visión de Hamel, adicionada con otros aportes que se avienen al tipo de nuestras empresas centro y latinoamericanas.
* Consultor internacional.