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Experiencia europea

Freddy Potoy [email protected]

MADRID, ESPAÑA— El canciller Norman Caldera dijo la semana pasada que Centroamérica podría aplicar la experiencia de la Unión Europea (UE), dejando un período de cinco años para alcanzar un arancel externo común y, con ello, no atrasar más la entrada en vigencia de una unión aduanera para finales del 2004.

Y justificó que el proyecto de la Unión Aduanera de Centroamérica sufrió atrasos durante el 2003, porque no se logró establecer un arancel externo común que será aplicado a las importaciones de la región para cada uno de los productos, y también porque el istmo se concentró en el TLC con Estados Unidos (EE.UU.).

Es cierto que EE.UU. es el principal abastecedor y mercado a la vez para las exportaciones de la región, pero también es verdad que los funcionarios del Gobierno de Nicaragua y del resto de Centroamérica, dedicándose a trabajar, podían diseñar, planificar y organizar, para luego ejecutar planes conjuntos que conllevaran a un proyecto de TLC con la UE.

EE.UU. no es el único país por el que Nicaragua y Centroamérica deben estar prioritariamente preocupados, pues los mismos norteamericanos están pendientes de la UE, su ampliación a 25 Estados, la creciente fortaleza del euro frente al dólar (1.26 dólar por un 1 euro hasta el momento), las fuertes economías de Alemania, Italia o Francia; el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), el comercio, la evolución de proyectos científicos y la legislación en todos los ámbitos, entre otras cosas.

En Europa se puede ver cómo EE.UU. está en un tinglado donde el “viejo continente” y el Sureste de Asia, por el momento son un par de prioridades que le llaman la atención en muchos aspectos. Nicaragua y Centroamérica, también deben tener sus propios proyectos para desarrollar la región.

La reunión de marzo próximo es una buena ocasión para que los presidentes de Centroamérica no sólo lleguen a ver lo que el SIECA les presentará sobre unión aduanera, sino para definir concretamente qué se debe hacer para un TLC con la UE.

Ya que se ve complicada una unión latinoamericana, pues al menos debe hacerse un esfuerzo por una unión centroamericana, pero no de esa romántica del siglo pasado donde había guerras. Tiene que ser una unión provista de beneficios tales como la extensión de una zona de paz, estabilidad y prosperidad; impulsar economías de crecimiento rápido para crear puestos de trabajo, mejorar la calidad de vida de los centroamericanos y establecer una normativa regional en los ámbitos que sean permisibles por el momento, fortalecerse frente a un escenario internacional en asuntos de política exterior, seguridad, comercio y gobernabilidad, y, fortalecer los sistemas democráticos e integrar a las minorías, entre otras cosas.

Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos, así como Dinamarca, Irlanda, Reino Unido, Grecia, Portugal, España, Austria, Finlandia y Suecia, ya han pasado por lo anterior.

Si se trata de retomar la experiencia de la UE, como dice el canciller, pues que se haga bien y no copiar un modelo. No hay que inventar ni trasladar automáticamente las vivencias de otros, ni venerarlas. Tenemos un desarrollo con sus propias circunstancias históricas, sociales, económicas, raíces culturales, antropológicas y sociológicas. Así que a trabajar.

Editorial
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