- La alarma surgió al detectar a una pasajera que llevaba cables en su ropa
AP
CINCINNATI, EE.UU.- Aviones de combate estadounidenses escoltaron ayer hasta el aeropuerto de Cincinnati a un avión de pasajeros de Air France del que previamente se bajó a una pasajera debido a que llevaba cables en su ropa.
Los cables resultaron ser parte del sistema de calefacción de una chaqueta de motociclista, por lo que a la pasajera se le permitió embarcar en otro vuelo hacia Estados Unidos.
El avión, un Boeing 767 de Air France, en un vuelo compartido con Delta Airlines, salió con normalidad del aeropuerto Charles De Gaulle (París) con destino a Cincinnati (Ohio).
Pese a que se demostró que no había peligro, las autoridades decidieron enviar los aparatos de combate para escoltar al avión de pasajeros durante parte de su trayecto sobre espacio aéreo estadounidense.
Finalmente, el avión aterrizó sin más incidentes en el aeropuerto de Cincinnati (Ohio), con 181 pasajeros y 12 tripulantes.
Pese a que se descartó cualquier amenaza en el vuelo, las autoridades estadounidenses no permitieron que tras aterrizar, el avión se acercara a la terminal “por pura precaución”.
Al menos 10 agentes federales subieron al aparato y volvieron a realizar una nueva revisión de seguridad del pasaje y del equipaje.
El vuelo 43 de París a Cincinatti estuvo a punto de ser suspendido, aunque finalmente salió con retraso.
El 24 de diciembre pasado, Air France suspendió varios vuelos entre París y Los Ángeles debido a posibles amenazas de seguridad.
La nueva alarma se produjo mientras las autoridades antiterroristas de EE.UU. y otros países miran con lupa desde hace algunas semanas a los pasajeros que embarcan en varios aeropuertos, como los de Londres, París o México.
Las informaciones de la inteligencia estadounidense apuntan a que terroristas de Al Qaida podrían intentar secuestrar un vuelo procedente de esos lugares y usarlo para un atentado en suelo de este país.
En las últimas semanas se han cancelado o retrasado numerosos vuelos a diversas ciudades de EE.UU. procedentes de esos lugares. Además, una escolta de cazas estadounidenses ha acompañado a otros vuelos durante su presencia en espacio aéreo de este país.
EE.UU. elevó el pasado 21 de diciembre su nivel de alerta terrorista a la segunda más alta, en una escala de cinco.
El gobierno de este país ha pedido que muchos de los vuelos a su territorio tengan la presencia de policías armados para prevenir un posible secuestro que pretenda usar los aviones con objetivos terroristas.
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