Moisés Pereira [email protected]
Al artículo del señor Willy Rivas publicado el 13 de enero, respecto al papel jugado por los medios de comunicación en la reciente elección de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional, añado el que vienen ejecutando respecto a la crisis liberal. Más que informativos parecieran confrontativos, por no decir manipuladores. Se percibe un afán de influir en el lector a que actúe de determinada manera, en este caso, acorde a los intereses del periodista o de los directores del medio.
La mayoría de las noticias que se refieren a Arnoldo Alemán y al PLC poseen en común un marcado tinte negativo. Como si existiese un extraño afán de desprestigiar más que de informar. No basta ser periodista para darse cuenta de lo evidente del fenómeno que incluso se manifiesta —irónicamente— en medios que se promueven como pro-democráticos e imparciales. Al final, queda un raro “sabor” respecto si la noticia política es transmitida por un medio afín al sandinismo o no.
El papel de los medios debe ser informativo, imparcial, veraz y educativo. El rol del periodista es informar con la verdad, aunque la información no sea de su agrado. Manipular la información de la manera que sea con tal de condicionar políticamente la opinión del pueblo, aparte de distorsionar la función periodística, genera una percepción sesgada de la realidad que resulta nociva e inmoral en una sociedad tan polarizada como la nuestra. ¡Hay que construir puentes, no paredes!
Economista, radicado en Costa Rica.