Satisfacer los antojos de sus pequeños en materia de alimentación puede ser un arma de doble filo.
Para muchos niños la comida chatarra es algo sabroso y rica, pero la realidad es que ésta es nada nutritiva y desafortunadamente los padres lo toman como hábito por comodidad y como premio. Son comidas que tienen muchas calorías, algo de proteínas y exceso de grasa, sal y preservantes. Son escasos en hierro, calcio, vitaminas A, C y fibras.
Es una alimentación que tiene el mismo sabor en cualquier parte del mundo, es una alimentación industrial y no sabemos exactamente sus consecuencias por el uso de hormonas en los animales, alimentos genéticamente modificados y uso de pesticidas en los vegetales utilizados. Entre estas están: gaseosas, tortillitas, frescos de sabores, meneítos, pizza, hamburguesa, frituras, dulces, palomitas, hot-dog, nachos, entre otras.
Es importante que desde los 4-6 meses de edad que inician la alimentación (formas de licuados), los niños conozcan los vegetales por separados, las frutas por separadas y las carnes separadas. Existe la costumbre de mezclar los alimentos (vegetales mixtos, vegetales con polllo, vegetales con carne, arroz con pollo, etc) y esto no permite que el bebé conozca exactamente el sabor, el color, la textura de cada alimento. Haciendo la separación, el niño podrá aprender a comer todos los alimentos.
También es importante tomar en cuenta, que en la infancia es cuando se desarrollan los hábitos alimenticios y en mucho de lo que los niños aprenden a comer influye lo que ellos ven en sus padres; es decir, el aprendizaje se debe en gran medida a la imitación de los adultos cuando se sientan a la mesa.
LOS DAÑOS
Desarrollo. No hay un buen desarrollo por falta de nutrientes.
Estudio. La capacidad de estudio se disminuye.
Afectaciones. Los niños presentan anemia y hay trastornos químicos en el organismo.
Obesidad. Los niños se vuelven obesos o con sobrepeso y pérdida de la autoestima.
Enfermedades. Contribuye al aumento de enfermedades crónicas cuando son adultos como diabetes, hipertensión arterial, alteración en los lípidos (colesterol, triglicéridos) y cardiopatías.
Bebidas. Las gaseosas o cualquier bebida carbonatada o con cafeína disminuyen o retardan la absorción de calcio (importante para los huesos).
Malestares. Producen irritación en el estómago e intestinos, o gastritis. Además producen estreñimiento y aumentan los gastos médicos por mala salud.
Pediatra-Infectóloga. Clinica Sanángel: 277-3556