- La única manera efectiva de inculcar valores en los hijos es a través del ejemplo
De nada sirve decirle cien veces al día a su hijo o hija que mentir es malo, si usted miente. Los valores no se enseñan como recetas de cocina ni como lección de preescolar. “Los niños aprenden lo que viven”.
La sicóloga clínica Dalila Izabá, explica que los niños empiezan un proceso de aprendizaje desde que están en el vientre de la madre. Y desde entonces, padre y madre deben procurar inculcarles valores y buenas enseñanzas, pero con ejemplos.
“Los padres son responsables de transmitir a sus hijos las experiencias positivas que desean que ellos transmitan cuando sean adultos y tengan su propia familia”, enfatiza.
Agrega que “los valores no se transmiten como una lección, igual como uno enseña a leer. Es importante que no enseñen los valores como receta de cocina, sino que se aprendan en la práctica, cotidianamente. Los niños perciben sentimientos, aptitudes, aprenden de la relación de pareja de sus padres, de la relación de sus padres con ellos y de sus padres con el entorno”.
Pónganse de acuerdo
La buena educación de los hijos es tarea de ambos padres. Si ellos no procuran el mismo fin afectarán grandemente al pequeño. Si la madre se encarga de dar un buen ejemplo y el padre lo bota con malos ejemplos “habrá una distorsión en el aprendizaje, el niño crecerá con mucha inseguridad y ambivalencia porque por un lado le dicen “no hagas esto”, pero con las actitudes se le dice ‘hacelo’”, explica.
La sicóloga indica que los niños viven las emociones igual que aprendieron a vivirla de los adultos. “En su vida adulta se enojan a como se enojaban sus padres: si los padres se enojaban gritando, los hijos serán personas agresivas; si aprenden a vivir con hostilidad, serán agresores”, advierte.
“Los valores se aprenden en la práctica, toda la historia del niño se escribe en la convivencia, aprenden constantemente de sus padres aunque no sean conscientes de ello”, indica.
Los padres deben tener siempre presente que los niños depositan toda su atención en las acciones y conductas. “Quizás no presten mucha atención a sus palabras, pero sí a sus actitudes”, subraya.
Dele mucho amor
Muchos padres se preguntan qué hice mal cuando sus hijos pese al buen ejemplo, adoptan comportamientos en contra de los valores de la familia. En ese caso “puede haber algo con la relación externa”. Los padres deben preguntarse si hay un vacío que no llenaron. “Generalmente las carencias de afecto llevan a conductas autodestructivas”, explica la especialista.
“La falta de comunicación, las dificultades de interacción entre los padres, las dificultades de interacción con el niño, entre otros factores, llevan a que una persona deforme su experiencia de aprendizaje”, añade.
Es posible que “los padres estén procurando transmitir un buen ejemplo, pero de alguna manera hay algo que no está bien, entonces el niño puede acudir a las drogas como una forma de compensar esa carencia, sobre todo cuando en la escuela hay un compañerito que lo hace, o un grupo que ejerce presión social. Una persona que tiene carencias afectivas estará más vulnerable que una persona que tiene un sólido afecto”, concluye.
Recomendaciones
-Compórtese a como quiere que su hijo lo haga. Los niños captan todo cuanto dicen y hacen sus padres. Para ellos usted es una figura de poder en la que creen firmemente y a los que quieren imitar.
-Las formas que los padres utilicen para expresar y dominar sus propias emociones será el modelo que los hijos recordarán y practicarán a lo largo de su vida.
-Inculcar ciertos valores a su hijo es tan simple como practicarlos usted mismo. Los niños sólo harán propios aquellos valores que sean transmitidos a través de conductas, sentimientos y mecanismos para enfrentar la vida cotidiana.
-Las experiencias muy gratificantes o muy dolorosas marcarán para siempre a su hijo. Procure proporcionarles solamente experiencias positivas y que lo llenen de amor, seguridad, confianza y tranquilidad.