Elmer Ramírez España
El turismo es considerado como la industria sin chimenea. Los cinco continentes invierten miles de millones de dólares y la respuesta es inmediata. El éxito, es saber vender y ofrecer el mercado de oportunidades a clientes que saben de cantidad y calidad. No existe país en donde se experimente otra cosa que no sea la del “Welcome” o bienvenido.
En Centroamérica es el rubro más apetecido por los inversionistas nacionales y foráneos. El capital no está en discusión, pues saben que en el turismo descansa el futuro económico de los países, que como Nicaragua, deben hacer girar el timón y no estar restringidos o discriminados por imposiciones de precios y de mercados en rubros del sector primario.
Los países poderosos saben de esto pero en Nicaragua apenas queremos despertar. El capital poderoso es timorato, todo lo dirige hacia las empresas bancarias, tarjetas de crédito y venta de automóviles. Es ahora o nunca que se debe empezar a vender las riquezas turísticas que son lo suficientemente bellas y atractivas, para equilibrarnos a nivel regional.
Es necesaria la inversión y la conciencia, además de ser seria y sistemática. Debemos construir la infraestructura tanto en la Costa Atlántica y caribeña con puertos y aeropuertos, como en todos los rincones del país hacer de los nuevos hoteles una verdadera ganga. Nicaragua es uno de los países más bellos y sólo queda poner fe y esperanza en una sociedad que está necesitada de Dios y de trabajo.
Docente en la UNI.