Walewska Martínez Martínez
Sin ofender ni parecer clasista y elitista: ¿hasta qué punto es creíble el desamparo e inocencia de los niños o adultos que piden y limpian vidrios en los semáforos? Muchas mujeres somos agredidas verbalmente por estas personas por no querer que limpien el vidrio de nuestros vehículos. Esto me ha tocado vivirlo en carne propia, sola o en compañía de mi hermana, de mi madre, y también lo he visto con personas en otros vehículos.
Una vez presencié cómo un joven de éstos le rompió el vidrio delantero del carro que conducía una joven, y a un muchacho que le escupieron el vidrio. Acepto que estas personas son producto de la descomposición social y el sistema viciado de los diferentes gobiernos, pero, ¿hasta cuándo habrá que soportarlo? ¿De qué forma podemos evitar esta constante agresión y vulgaridad?
Otro es el de los salvajes taxistas que son abusadores del volante. ¿Hasta cuándo tendremos que soportar a estos tipos que en muchas ocasiones han matado a peatones inocentes? Algunos hasta están aliados con delincuentes para secuestrar, asaltar y robar a los pasajeros.
¿Hasta cuándo el Irtramma continuará permitiendo que presten este servicio personas que tienen antecedentes delictivos, según una fuente extraoficial que tengo? ¿Y hasta cuándo los asesinos del volante seguirán haciendo de la ciudad su pista de carreras o su centro de operaciones para delinquir? ¿Cuándo dejará de transcurrir un solo día de la semana sin un accidente de tránsito en el que se vea involucrado un taxista?