Róger García M.
El mayor costo de las remesas es por segu-ridad. Los traslados vía “wireless” —inalámbrico— de banco a banco son baratísimos y súper seguros, pero la cultura popular recela de los bancos tanto o más de lo que Drácula recela del signo de la cruz. De ahí que prefieran pagarle a empresas que cobran caro porque son tres comisiones —agente receptor, agente entregador y el del cambio—, más el costo del mensaje “wireless” que es mínimo, ya que hace un traslado cada dos o tres días, o quizás semanal, de modo que se le reduce a centavos por cada cien dólares.
Si los bancos en Nicaragua fueran más razonables y dinámicos podrían manejar estos millones de dólares mediante cuentas generales y recipientes registrados en cada sucursal. Así el remitente envía los dólares a esas cuentas y el banco automáticamente entrega in situ al legítimo recipiente. Igual que las cuentas que recaudan donaciones para víctimas de desastres.