Manuel JiménezReuters
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Tensión precede huelga general en Dominicana
Manuel Jiménez
Reuters
SANTO DOMINGO.- El Gobierno dominicano reforzó el martes las medidas de seguridad en todo el país y envió a las calles a policías y militares que requisaban vehículos y personas en víspera de una convocatoria a huelga general, dijeron testigos.
El paro, de 48 horas, se llevará a cabo a partir del miércoles en demanda de un cambio de política económica.
Agentes de la Policía allanaron el martes varias viviendas y arrestaron a por lo menos tres dirigentes de la protesta, entre ellos Claudio de los Santos, directivo del opositor Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).
Rafael Pérez Figuereo, secretario general de la Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU), portavoz principal de la Coordinadora de Organizaciones Populares y Sindicales que auspicia la protesta, denunció que su residencia fue allanada la mañana del martes y que los agentes, acompañados de un ayudante del fiscal, desorganizaron todo el interior.
De los Santos y Luis Javier, a quienes la Policía vincula a la organización de la protesta, fueron detenidos en sendos allanamientos practicados a sus residencias. Las autoridades dominicanas, aunque confirmaron los arrestos, no explicaron por qué se les investiga.
Pérez Figuereo ofreció al mediodía una conferencia de prensa en la que ratificó la convocatoria a la huelga general a partir del miércoles para demandar un cambio en la política económica del gobierno, la ruptura de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y protestar por el alto costo de la vida, así como para que se sancione la corrupción gubernamental.
Efectivos militares y agentes de la Policía portando armas fueron apostados al caer la tarde en zonas estratégicas de la ciudad, donde requisaban vehículos y personas en busca de armas de fuego, explosivos y material considerado subversivo, dijeron a Reuters fuentes castrenses.
El gobierno, por medio del ministro de Interior y Policía, Pedro Franco Badía, hizo un llamamiento el lunes a los huelguistas para que desistieran de la protesta y aceptaran dialogar con las autoridades, que prometieron estudiar sus demandas.