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Carlos Guadamuz fue asesinado a balazos cuando ingresaba a realizar su programa dirigido con énfasis contra la dirigencia sandinista, a quienes culpó hasta el último minuto de cualquier atentado contra su vida. LA PRENSA

Carlos Guadamuz fue asesinado a balazos cuando ingresaba a realizar su programa dirigido con énfasis contra la dirigencia sandinista, a quienes culpó hasta el último minuto de cualquier atentado contra su vida. LA PRENSA

Carlos Guadamuz advirtió su muerte

“La próxima acción de mis enemigos será matarme a mí”, aseguró Carlos Guadamuz, en el Juzgado Séptimo Local del Crimen de Managua cuando interpuso una denuncia por amenazas de muerte.

Cuando Carlos Guadamuz rompe con su amigo y correligionario Daniel Ortega porque según su denuncia el dirigente sandinista saboteó su candidatura a la Alcaldía de Managua en las elecciones de 1996, inició en la Radio Ya una campaña disidente de la línea oficial del FSLN que lo llevó en 1999, no solamente a perder su nueva postulación para ese cargo de elección popular en los comicios municipales del 2000, sino a la pérdida de su condición de militante de ese partido y de la emisora que dirigía desde 1990.

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Sus ataques a la dirigencia sandinista y en particular al pacto que para esa fecha se establecía entre Ortega y el expresidente Arnoldo Alemán, fueron detenidos con tres embargos a la Radio Ya, promovidos por trabajadores de la emisora, intervenida judicialmente con apoyo de antimotines de la Policía Nacional, hecho que fue denunciado a nivel internacional por Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), que demandaban la restitución de la emisora a Guadamuz.

“Quieren silenciarlo”, aseguró en esa oportunidad Vilma Núñez, del Cenidh, al explicar que como Guadamuz “les conoce todo” a los sandinistas, mandaron a callarlo por medio de la demanda de los testaferros.

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De acuerdo al informe de RSF, el 28 de diciembre de 1999, también la emisora Stereo Ya fue destruida “al parecer por un comando dirigido por el militante sandinista Víctor Cienfuegos, sin que la justicia interviniese contra él. Además, el 7 de enero del 2000 la entonces empresa pública de telecomunicaciones Telcor, encargada de administrar la atribución de frecuencias de onda a las emisoras, anunció que había cancelado sus licencias de emisión a Radio Ya y a Stereo Ya”.

“Según Telcor, la primera de estas dos emisoras no había renovado su licencia dentro del plazo estipulado, y la segunda no reunía los requisitos necesarios para que se le atribuyera una frecuencia. Guadamuz rechazó estos argumentos y señaló que el 10 de octubre de 1999 la empresa pública había aceptado el pago de la cuota anual debida por las dos emisoras”, detalla el informe.

La Radio Ya originalmente era una sociedad anónima integrada por Guadamuz y otros cuatro militantes sandinistas. Cuando en 1994 surgen diferencias en la Dirección del FSLN, los directivos de la emisora tomaron partido y se desintegraron como junta por lo que Guadamuz y su familia asumieron el control. Actualmente la emisora pertenece a una sociedad anónima denominada Ataraya (Asociación de Trabajadores de Radio Ya) en la que supuestamente el 49 por ciento de las acciones pertenecen a los trabajadores y un 51 por ciento al FSLN.

El conflicto se agudiza

El enfrentamiento por la emisora entre Guadamuz y el FSLN apenas empezaba. Guadamuz se presentó ante el Juzgado Séptimo Local del Crimen de Managua, a denunciar por amenazas de muerte tanto a Daniel Ortega y a Dionisio Marenco y los señaló de ser quienes estaban detrás de la demanda que culminó con el embargo de la emisora que dirigía.

“La próxima acción de mis enemigos será matarme a mí”, aseguró Guadamuz en sus declaraciones en el Juzgado.

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“Es una maquinaria poderosa que dispone de recursos judiciales, policiales, gubernamentales y yo estoy solo, a veces hasta sin la solidaridad de quienes se supone deben ser solidarios con mi persona. Pero allí estoy. He aguantado y sigo aguantando y aunque tengo ánimo, ya el cuerpo no es el mismo. No es lo mismo haber aguantado más de siete años en prisión cuando tenía 23 años que ahora que tengo 54”, dijo Guadamuz en esa oportunidad.

A los pocos meses de que fue despojado de la emisora, en febrero de 2000, Guadamuz enfrentaba una sentencia dictada por la entonces Juez Quinto Local del Crimen de Managua, Juana Méndez, después que no fuera aceptada su apelación por un juicio en el que fue condenado a dos años de prisión acusado de ser autor de los delitos de exposición de personas al peligro, asociación para instigar y lesiones en perjuicio de Eduardo Parrales, hijo de la entonces vicealcaldesa de Managua, Leda Sánchez.

Los hechos habían ocurrido en mayo de 1999 en una sesión de la Alcaldía de Managua donde se armó una trifulca en la que salió lesionado Parrales. Guadamuz, quien entonces ostentaba la candidatura edilicia de Managua por Camino Cristiano, quedó inhibido en ese momento de participar, pero posteriormente fue beneficiado en julio del 2000 con una amnistía que políticamente fue considerada como “jugada” electoral del PLC contra el Frente Sandinista.

Guadamuz participó en las elecciones, pero obtuvo un bajísimo porcentaje de votos.

Últimamente, Guadamuz dirigía el programa televisivo Dardos al Centro, en el Canal 23, donde fue asesinado a balazos este martes cuando ingresaba a realizar su programa dirigido con énfasis contra la dirigencia sandinista, a quienes culpó hasta el último minuto de cualquier atentado contra su vida.

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