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Degollada por su esposo en Costa Rica

Josué Bravo Roman, Times, serif”> Degollada por su esposo en Costa Rica Josué Bravo El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Policía de Costa Rica esperan dar con el paradero del nicaragüense Leopoldo Jirón, de 56 años, acusado de asesinar a su esposa, Bernarda Moreno González, de 48, en Pital de San Carlos, cerca […]

Josué Bravo

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Degollada por su esposo en Costa Rica


Josué Bravo




El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Policía de Costa Rica esperan dar con el paradero del nicaragüense Leopoldo Jirón, de 56 años, acusado de asesinar a su esposa, Bernarda Moreno González, de 48, en Pital de San Carlos, cerca de la frontera con Nicaragua.

La Policía consideró inicialmente que Jirón pudo ocultarse cerca de la zona de Pital, pues la bicicleta que utilizó al momento de escapar de la escena del crimen apareció luego en las afueras de un consultorio del lugar.

Ahora las autoridades consideran que el sospechoso pudo escaparse por el margen del Río San Juan, rumbo a Nicaragua, por lo que la búsqueda en áreas aledañas ha disminuido.

El crimen se produjo el lunes a las tres de la madrugada, según reportes policiales, en la casa donde habitaba esta pareja oriunda de El Rama.

El OIJ de San Carlos informó que presuntamente Jirón le quitó la vida a quien fuera su esposa durante 30 años, al propinarle un machetazo en el cuello que le segó la vida, mientras ambos permanecían en su dormitorio.

De acuerdo con las autoridades, el niño Iván Jirón, de 7 años, quien fue adoptado por la pareja desde hace seis años, presenció la forma en que su padre adoptivo asesinó a Bernarda.

Cuando Iván observó cómo Leopoldo le propinaba estocadas a su madre, pidió auxilio al vecino Pedro Espinoza, a quien le dijo “¡Tío…tío…ayúdeme porque papi va a matar a mami!”, según el diario costarricense Al Día.

La Policía dijo que Iván habría visto por medio de una abertura de su cuarto, que colinda con el de la pareja, cómo Leopoldo agarró del cuello a Bernarda, mientras que con la otra mano le propinaba la estocada.

Éste es un crimen más producto de violencia doméstica y Bernarda se convierte en la mujer número 11 que fallece a causa de conflictos intra familiares en Costa Rica.

Cuando la Fuerza Pública acudió a la escena del crimen, la mujer ya había fallecido y su agresor se había fugado en una bicicleta que luego dejó afuera de la clínica del Seguro Social en Pital, San Carlos.

Anteriormente, el niño fue testigo de escenas similares, pues constantemente Leopoldo agredía a Moreno, incluso, en febrero los vecinos le habían recomendado no regresar a su casa en vista que se había alejado durante dos semanas para escapar de las agresiones de su cónyuge, de acuerdo con versiones del diario La Nación, de Costa Rica.

En ese momento la agredida nunca denunció a su pareja ante algún juzgado de violencia doméstica de la Fiscalía, por temor a que la matara, pero sí lo hizo ante la Policía.

Sin embargo, ante las peticiones de Leopoldo, la señora decidió darle una nueva oportunidad y regresar nuevamente al humilde hogar donde habitaban.

La pareja, oriunda de El Rama, emigró hace unos seis años hacia Costa Rica y procreó seis hijos.

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