Este virus se encuentra en el agua y en los alimentos contaminados.
Es una infección muy contagiosa que puede provocar epidemias en colegios, guarderías, restaurantes y se transmite por la vía fecal-oral.
Este virus se transmite desde dos semanas antes de que la enfermedad aparezca y hasta una semana después que desaparece la enfermedad, es por esta razón que no sabemos en qué momento nos podemos infectar.
Cuando las personas infectadas van al servicio higiénico y no se lavan las manos, éstas pueden ir contaminadas y es a través de ellas que se contaminan los alimentos al prepararse o manipularlos y también el agua o refresco para tomar.
Las manifestaciones clínicas son variables. Las de los niños son menos severas que las de los adolescentes y adultos, pero cualquiera puede presentar una hepatitis fulminante y fallecer, aunque la mayoría se curan y no tienen secuelas.
Las manifestaciones inespecíficas son dolor de cabeza, abdominal, muscular, debilidad, náuseas, vómitos, en ocasiones diarrea, muchos pacientes no llegan a la fase de estar con piel amarilla y son personas que transmiten el virus a través de sus heces. El diagnóstico se hace a través de un examen de sangre llamado IgM para hepatitis A.
PREVENCIÓN
Comida. Cuide que sus hijos no coman en la calle alimentos ni beban agua contaminada.
Manos. Antes y después de ingerir los alimentos y después de ir al baño, deben lavarse las manos. Si la persona está enferma, debe hacer la higiene del servicio higiénico con detergente y cloro.
Vacuna. Es llamada Havrix. Se adquiere en clínicas privadas. Se administra después del primer año de vida. Son dos dosis con intervalos de seis meses entre la primera y la segunda dosis. Protege en un 96 por ciento con la primera dosis, y con el refuerzo a los seis meses deja un 100 por ciento de protección por más de 15 años.
Para más información consulte a Clínica Sanángel 277-3556.