- La cabeza de Unión Fenosa, el empresario nicaragüense Danilo Lacayo Rappaccioli, estrenó el cargo el 8 de julio pasado, 10 meses después que su antecesor español fuese trasladado. Ahora acepta los errores cometidos por la compañía distribuidora de electricidad, pero da su palabra que eso es tiempo pasado
Gustavo Ortega Campos
Danilo Lacayo Rappaccioli se ha impuesto la nada fácil tarea de “limpiar” la imagen de la empresa distribuidora de energía eléctrica, Unión Fenosa, de capital español. Está empecinado en demostrar que la compañía es eficiente y dice estar claro que los problemas pasados obedecen principalmente a debilidades de comunicación.
Es una persona calificada como uno de los más exitosos empresarios de Nicaragua, es amigo cercano del presidente Enrique Bolaños, al punto de ser uno de los consejeros de cabecera que están agrupados en el “kitchen cabinet”.
“No acata instrucciones (se ríe), las escucha, las analiza y después toma decisiones”, comenta sobre Bolaños.
Pese a su bagaje empresarial y profesional, es una persona de apariencia sencilla, muy elocuente y ameno. Es amante del tenis, deporte que practica a diario y también confiesa que de vez en cuando se toma sus “traguitos técnicos”, aunque no tiene un licor o bebida favoritos.
Está casado desde hace 44 años con Claudia Fuentes Cardenal, tiene tres hijos y seis nietos.
¿Ahora está un nica al frente de Unión Fenosa porque están claros de la mala imagen que tienen ante el público consumidor?
Yo invertí en Unión Fenosa cuando se privatizó, para la crisis del año pasado que llegó a una situación bastante difícil, analicé el problema y vi que era falta de comunicación adecuada por lo que el público no comprendía cuál era el verdadero problema de la energía eléctrica. Entonces los accionistas, incluyendo la parte española, me invitaron a participar activamente.
¿Y qué pretende hacer?
Al analizar la situación vi que era un asunto rescatable, la mayor parte eran percepciones equívocas que de alguna forma la misma Unión Fenosa era responsable de que no se hubiesen aclarado, entonces vine a varias reuniones, conocí al personal, vimos que era necesario hacer unos cambios gerenciales y acepté el desafío, aunque todo mundo me decía que estaba loco por meterme. Tengo confianza de que la situación es salvable.
¿Eran malos comunicadores los españoles?
El problema se originó en la falta de habilidad de poderse comunicar con el Gobierno y con el público en general, y es verdad que el cisma llegó al punto que un titular de LA PRENSA decía “Unión Fenosa un desastre” en primera plana, eso fue el punto de cambio principal, cuando eso sucedió nos preocupamos más, hicimos un análisis profundo porque no era una situación normal, es normal cierto descontento pero no al punto que había llegado…
Viendo en retrospectiva, ¿para usted qué fue lo que originó esa crisis?
Fundamentalmente la falta de comunicación adecuada con el Gobierno y con el público, fue agravado por el costo de la energía, pero además la tarifa está estructurada que se escala de forma violenta a medida que se consume más para poder subsidiar a los que consumen menos. Más o menos 90 mil clientes pagan el subsidio de energía domiciliar de 400 mil, es una situación bastante difícil.
A eso hay que agregar que unos 213 mil clientes pagan por debajo del costo de la energía, unos 172 mil pagan menos del precio de venta y 94 mil pagan el subsidio del resto, la intención es buena de que el que tiene menos paga menos, pero el asunto no está bien estructurado.
¿Cómo así, por qué hasta ahora se señalan esas cosas?
Te voy a dar un ejemplo, si consumís 35 kilowatts/hora pagás 35 córdobas, si consumís dos mil pagás ocho mil, pero como hay un subsidio para los que consumen hasta 300 kilowatts, al pasar a 301 ya se te dispara la factura pues se paga el impuesto que estaba dispensado en el resto del consumo. Entonces si consumís una tontera más la factura incrementa un 30 por ciento, todas esas cosas contribuyen una desconfianza, por eso estamos en la tarea de explicarlas y aclararlas.
Pero ustedes no invirtieron para perder…
Ésa es otra cosa que el público ignora, yo le digo a un hermano al que le decimos el flaco: “¿cuánto crees vos que le queda de ganancia a Unión Fenosa por cada córdoba que pagás?”, y me respondió que lo menos era el 50 por ciento, pero es el 10 por ciento. Si vos estás pagando cinco mil córdobas, si alguien te da gratis el servicio estarías pagando 4,500, pero de pronto viene un señor generoso y compra esta compañía y no le voy a cobrar nada a Nicaragua, pero a estas alturas nosotros estamos perdiendo.
¿Perdiendo?
Te voy a mostrar qué pasó el año pasado, facturamos 212 millones de dólares, a Entresa, compañía del Estado dueña de las líneas le pagamos casi siete millones, a los generadores 152 millones, al INE (Instituto Nicaragüense de Energía, ente regulador) se le pagaron casi dos millones, en impuestos pagamos cerca de 30 millones. A Unión Fenosa le tocó 21 millones
Pero ahí no vemos saldos en rojo…
Ahí no termina el asunto, el alza de los precios del petróleo se convierte en agravante, las alzas las cobran automáticamente las generadoras, pero uno se las tiene que guardar porque trabajamos en base a pronósticos del precio del combustible, pero a estas alturas lo pronosticado quedó por debajo, con eso ya tenemos acumulados en desvío casi tres millones y medio de dólares, y si seguimos así llegaremos a octubre con siete millones. Supongamos que por suerte baja el petróleo en diciembre, qué alegre, pero la tarifa del año entrante va a reflejar las alzas que pasaron este año, en enero saldremos anunciando que las tarifas aprobadas por el INE subirán, entonces ahí es donde nos dicen ladrones porque en el mejor de los casos en esos días no habrían alzas…
Ésas son cosas coyunturales que deberían ser ajustadas…
Es por eso que estaremos explicando el asunto, son cosas adversas que requieren de mucha comunicación para que se comprenda. Unión Fenosa es seria, con experiencia de 100 años, con poca experiencia en América Latina, eso sí, y eso es parte de los errores que aquí sucedieron, las cosas se estaban haciendo muy limitadas en materia de comunicación.
Pero también hay errores tangibles en facturación y persiste la mala atención al público… siento que quiere dar un mensaje positivo pero nadie les va a creer que son una casa de beneficencia…
Si ves aquí se invirtieron 115 millones de dólares en sólo cheque, uno sobre otro, desgraciadamente vino la quiebra de un banco a los pocos meses y el Gobierno usó parte de esa plata para cubrir parte de la quiebra. Si vas a invertir en un país como Nicaragua con todos sus problemas de estabilidad política en el sistema de justicia, sin premios a la inversión, generalmente las empresas extranjeras hablan de ganar el 20 por ciento por el riesgo, en cinco años tratar de recuperar el ciento por ciento. Supongamos que nosotros nos conformamos con 10 por ciento que es lo que se puede ganar en un banco, sería 11.5 millones más 55 millones que se han invertido, serían otros cinco millones (el 10 por ciento), pero el año pasado perdimos y éste vamos perdiendo, no hablemos de cantidades pero legítimamente vamos perdiendo.
Pero si las cosas andan así, ¿qué podemos esperar?
Es que no supimos comunicar a tiempo esta situación, el caso de Dominicana donde la empresa tuvo que irse porque le echaron la culpa de todos los males, perdió plata y se fue. Todos los días en los diarios aún sale algo de problemas de energía pero ahorita está la deuda de las compañías distribuidoras a los generadores en 300 millones de dólares y el caso está peor que nunca porque quedó en manos del Gobierno y es pésimo administrador. No somos unos santos pero también está afectándonos la gente que roba energía… creo que este año vamos a perder, pero pienso que en el 2005 podríamos ir para arriba.
¿Cuánto equivale el fraude de energía?
Muchos de los que salen retratados en LA PRENSA reclamando con facturas alteradas una vez que verificamos era que estaban robando. En términos porcentuales el 15 por ciento está ilegal, eso representa 30 millones de dólares de robo al año, con eso hago un banco.
Pero para eso está la ley…
No está tipificado el robo de energía, el cuerpo del delito no existe y aún más las legislaciones populistas han tendido a proteger al ladrón, tiene derecho a un sinnúmero de cosas que lo estimulan, además está la idea de que ladrón que roba a ladrón tiene 100 años de perdón, es un problema serio, se maneja mal, pues se le llamaba energía no registrada, ese término está mal usado.
¿Y las conexiones ilegales?
Nosotros tenemos una política, la idea no es recuperar pérdidas a través de la factura, la idea es que el cliente economice y pague lo menos posible para que haya menos costo de energía para el país y además sea un cliente que no desperdicie. Viene una campaña en ese sentido. En lo que es los asentamientos, nosotros tenemos un poquito de sentido de responsabilidad social, estamos claros que hay pérdidas ahí… estamos sugiriendo que los castigos a los que comenten fraude sirvan para instalar un programa de electrificación para ayudar a los que no puedan.
Garantiza usted que las cosas cambiaron, pues no será fácil quitarle al público la imagen de que son Unión “mañosa”… además hay miles de reclamos en las oficinas de defensa al consumidor.
Ya van a ir mermando (los reclamos)… he oído hasta que le llaman Unión Tenebrosa. Las quejas llegaron a ser siete mil al mes, ahora empezamos a poner las cosas en orden, ahora en abril llegaron a 617, la mitad a favor de los clientes. En febrero los reclamos llegaron a 1,233.
¿Y la actitud frente al cliente?
Esta empresa la heredamos con gente acostumbrada a trabajar como empresa del Gobierno, los funcionarios a veces son bien flojos, esperan algún estímulo adicional o son bien perros (malcriados)… váyase, usted no tiene la razón, no esté jodiendo… eso solían decir, pero estamos mejorando. El cliente es rey, es el mensaje.
¿Cuál es para usted la fórmula del éxito?
Es muy fácil: trabajar con ética y no es sólo no robar, sino tratar bien a los empleados, pagar los impuestos, la ética es una actitud que te hace ser respetado.
DIRIAMBINO
Danilo Lacayo Rappaccioli nació hace 75 años en Diriamba, Carazo.
De madre dirambina y padre granadino.
Graduado en Administración de Empresas en la Universidad de Syracuse, en Nueva York.
Gerente general de Esso Nicaragua entre 1961-1981.
Entre 1982 y 1993 fungió en altos cargos de Esso en Centroamérica, el Caribe, México y Chile.
Fundador del Instituto Nicaragüense de Desarrollo (INDE)
Vicepresidente del Grupo OCAL.
Catedrático y decano del INCAE.
Presidente de la Empresa Administradora de Aeropuertos Internacionales.
DEL MAR LOS VIERON LLEGAR…
En el año 2002, la distribución de la energía eléctrica fue privatizada y cayó en manos de la empresa española Unión Fenosa Disnorte-Dissur, quien pagó 115 millones de dólares para comprarla. Ahora su presidente Danilo Lacayo R., asegura que los personeros ibéricos son “inteligentes, capaces, pero sin experiencia en manejar un público nuevo”.
Este reconocido empresario nicaragüense dice que los españoles han demostrado ser buenos analistas, ejecutivos, teóricos e investigadores, “pero a la hora de enfrentarse a un gobierno que no está de acuerdo con ellos no lo hacen bien”, y a su juicio eso provocó un mal sabor.
Reiteró que a los españoles, dueños del 80 por ciento de las acciones, les falta mayor comunicación, humildad, atender y escuchar.
Asegura que a pesar de que los nicas sólo cuentan con el 20 por ciento de las acciones decidieron darle el cargo a él, “porque aceptaron que tenían problemas de comunicación”.
Unión Fenosa tiene unos 200 accionistas nicaragüenses, entre ellos está el Grupo Pellas con el 10 por ciento, el restante 90 por ciento está en manos de otras personas naturales y jurídicas, además de varios ex empleados.