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“El feudo” del Cardenal

La Unica no pertenece a la Iglesia Católica, sino al cardenal Obando y miembros de la familia Rivas Reyes Jorge Loáisiga Mayorga En los años noventa Nicaragua vivía momentos convulsos. Eran tiempos de transición. El cardenal Miguel Obando y Bravo acumulaba un gigantesco caudal moral a su favor por su labor durante el conflicto bélico […]

  • La Unica no pertenece a la Iglesia Católica, sino al cardenal Obando y miembros de la familia Rivas Reyes

Jorge Loáisiga Mayorga

En los años noventa Nicaragua vivía momentos convulsos. Eran tiempos de transición. El cardenal Miguel Obando y Bravo acumulaba un gigantesco caudal moral a su favor por su labor durante el conflicto bélico de los años ochenta, todo lo que él pidiese le podía ser concedido, y lo pidió: “un terreno para una Universidad Católica de la Iglesia”.

En noviembre de 1991, el entonces Viceministro de la Presidencia, Antonio Ibarra (q.e.p.d.), prometió a Obando y Bravo, en nombre de la presidenta Violeta Barrios viuda de Chamorro, entregar “a la Iglesia Católica” el edificio donde había operado la Dirección General de Seguridad del Estado (DGSE), del gobierno sandinista para que funcionase la Universidad Católica.

La idea de una Universidad Católica había sido expuesta por el propio Cardenal a la Presidenta poco después del triunfo electoral de ésta sobre el sandinismo en febrero de 1990.

El proyecto fue secundado por un grupo de católicos laicos denominado Comisión pro Universidad Católica, quienes cabildearon para que el gobierno de Barrios de Chamorro le entregara el edificio de la antigua seguridad del Estado a la Iglesia y poder desarrollar el proyecto social universitario que sería avalado por el Vaticano.

VOLUNTAD PRESIDENCIAL

Según comentó el Ministro de la Presidencia del gobierno de la presidenta Barrios, Antonio Lacayo, la idea era apoyar a la Iglesia Católica con su proyecto universitario.

“Ésa fue una voluntad de doña Violeta. Apoyar a la Iglesia Católica y al cardenal Miguel Obando con la creación de la universidad”, recordó Lacayo, al ser consultado sobre el caso.

“Ese edificio lo vinimos a encontrar muchos meses después de que tomamos el poder, porque no nos fue entregado por el gobierno sandinista. No estaba en los inventarios del Estado. Lo encontramos, tomamos posesión de él, y doña Violeta dispuso que había que entregárselo a la Iglesia para su proyecto de universidad, porque por esos días el Cardenal había expresado su intención de crear una casa de estudios superiores católica que sirviera a la juventud nicaragüense”, agregó Lacayo.

El ex Ministro de la Presidencia insistió en que la idea de la ex presidenta Barrios de Chamorro era que la universidad fuese de la Iglesia Católica porque ése había sido el espíritu con el que se presentó el proyecto.

Sin embargo, lo que hoy es la Universidad Católica Redemptoris Mater (Unica), no pertenece a la Iglesia Católica, ni a la Conferencia Episcopal de Nicaragua, es decir dicha universidad no es patrimonio de la Iglesia Católica de Nicaragua.

LA FUNDACIÓN DEL CARDENAL

Su dueño es una asociación civil denominada Fundación Universidad Católica Redemptoris Mater, según Acuerdo Presidencial número 51-93 del 26 de febrero de 1993 que fue publicado el mismo día en La Gaceta, Diario Oficial, mediante el cual el gobierno de Violeta Barrios autorizó al Procurador General de Justicia de la época, Guillermo Vargas Sandino, para que donara el edificio donde hoy funciona la universidad.

La fundación fue instituida por el cardenal Obando en 1992, según el otorgamiento de personalidad jurídica que hizo la Asamblea Nacional a dicha fundación civil en mayo de 1992, publicada en La Gaceta número 100 del 27 de mayo de ese año.

Aunque la Unica no pertenece a la Iglesia Católica, el artículo 123 de los Estatutos de dicha fundación, referida a la duración y disolución de la fundación, estipula que “…En caso de disolución de la Universidad Redemptoris Mater, su patrimonio será asignado por la Arquidiócesis de Managua a las causas o entidades educativas que a su criterio lo merezcan”.

¿HA SIDO ADMITIDA POR LA SANTA SEDE?

La Unica es una organización no gubernamental, como todas las universidades del país, y por lo tanto está exenta del pago de todo tipo de impuestos y las disoluciones de éstas se dan cuando están en quiebra.

Según fuentes en Managua, ligadas al Vaticano, la Congregación para la Educación Católica, organismo de la Curia Romana encargado de supervisar las escuelas y universidades católicas del mundo, rechazó los estatutos de la Unica por ser irregulares, antidemocráticos y contrarios al Derecho Canónico de la Iglesia.

La fuente explicó que con esos estatutos se le cierra el paso a quien reemplace al cardenal Obando como Arzobispo de Managua, pues no se le permitiría al sucesor hacer cambios que no sean aprobados por la Junta Directiva de la Fundación Universidad Católica.

“Quien dice eso no sabe nada del funcionamiento de la universidad”, expresó por su parte el secretario general de la Unica, Felipe Sánchez.

Sin embargo, según los estatutos, el cardenal Miguel Obando y Bravo, fundador y presidente, ostenta la representación legal nacional e internacionalmente Ad Vitam.

LA PRENSA intentó conocer una versión oficial del Nuncio Apostólico, Jean Paul Gobel, pero éste respondió, a través de su secretaria que, “esa respuesta no se la podemos dar nosotros, pregunten en la Universidad Católica”.

También se intentó conocer la versión de la rectora de la universidad, Michell Molina o Michell Rivas Reyes, pero ésta no atendió una solicitud de entrevista que se le hizo en tres ocasiones.

Monseñor Eddy Montenegro, tesorero de la Universidad Católica, dijo por su parte que “el único requisito que requiere para ser reconocida como una institución de educación católica es haber sido reconocida por la Curia local”.

Mientras tanto, monseñor Eyleen Diesthers Castro, Vicario de Educación Católica de la Iglesia nicaragüense, afirmó que la Universidad Católica ya fue acreditada al Vaticano y está afiliada a la Universidad Pontificia de la Santa Sede. Dijo que sólo falta “un requisito” para que sea totalmente admitida: “que todos los docentes sean egresados de las universidades pontificias, como la de Chile por ejemplo”.

Por su parte el secretario general de la Unica, Felipe Sánchez, coincidió con Montenegro en el sentido de que para ser católica (la universidad) sólo se requiere el reconocimiento de la Curia, en este caso el de la Curia Arzobispal de Managua.

“Tenemos que diferenciar dos cosas: lo que es una Universidad Católica y lo que es una Universidad Pontificia. Pueden existir las universidades católicas y no necesariamente son pontificias, para que una universidad sea católica simplemente se necesita el reconocimiento de las autoridades eclesiásticas del país. En este caso ya es una universidad católica. Para que sea pontificia se requiere de otros requisitos. No es fácil que una universidad católica llegue a ser pontificia porque en el Vaticano son muy exigentes. La Universidad Pontificia de Santo Domingo pasó 25 años como Universidad Católica y hasta después le dieron el estatus de Pontificia”, explicó Sánchez.

Agregó que “no ha habido ningún rechazo de parte del Vaticano. Lo que nosotros hemos empezado a hacer es cumplir con los requisitos, pero no ha habido rechazo. Estamos en trámites”, aseguró el funcionario de la Unica.

Monseñor Castro confirmó que “la Unica no pertenece a la Conferencia Episcopal de Nicaragua, sino que la misma está ‘adscrita’ a la Arquidiócesis de Managua, que es quien la administra y al frente de ella, en la dirección, está el cardenal Miguel Obando. La Universidad de la Conferencia Episcopal es la Juan Pablo II”, puntualizó el Vicario de Educación Católica.

Presupuesto de laRepública destina7 millones a la Unica

El secretario general de la Unica también confirmó que la institución de educación superior no pertenece a la Iglesia Católica sino a la Fundación Universidad Católica Redemptoris Mater, a la cual calificó como una institución “civil sin fines de lucro”, en la cual estudian 1,500 estudiantes en cursos regulares que pagan 130 dólares mensuales, lo que representa ingresos calculados en unos 2.3 millones de dólares anuales.

Además existen unos 750 estudiantes de Ciencias de la Educación que son becados con el Programa de becas para maestros empíricos de la Universidad Católica que funciona de manera sabatina. Los diputados de la Asamblea Nacional aprobaron para este año un presupuesto de siete millones de córdobas para dicho programa.

Sánchez se negó a revelar los nombres de los miembros del organismo y la composición de la Junta Directiva del mismo, se limitó a decir que el presidente fundador es el cardenal Miguel Obando. “No es que no se puedan revelar, pero esto es una organización”, aseguró Sánchez.

La mayoría de estos puestos directivos son controlados por uno de los hermanos Rivas Reyes: Roberto Rivas Reyes, es directivo y vicerrector académico de la Unica. LA PRENSA intentó conocer una versión de Rivas, pero no fue posible obtener una respuesta de él.

Cuando lo buscamos en el Consejo Supremo Electoral (CSE) para consultarle sobre el asunto de la universidad, Rivas se negó a hablar del caso, aunque él es el vicerrector académico de la Unica, y respondió: “En este momento estoy en el Consejo Supremo Electoral y soy el magistrado Roberto Rivas. Busquen a las autoridades de la universidad”.

La Unica tampoco figura en la Federación Internacional de Universidades Católicas (FIUC), organización católica que sólo acepta universidades cuyos estatutos han sido aprobados por el Vaticano.

La única universidad católica de Nicaragua que está registrada como tal en dicha federación es la Universidad Centroamericana, de acuerdo con los datos que aparecen en la página de Internet de la mencionada federación.

“Afiliarse o no es otra cosa. Nosotros no hemos hecho ningún tipo de afiliación con ninguna organización internacional, pero la UCA no es la única católica”, señaló Sánchez

PODERES OMNÍMODOS

De acuerdo a los Estatutos de la Fundación Universidad Católica Redemptoris Mater, el cardenal Miguel Obando y Bravo, quien es el fundador, ostenta la representación legal nacional e internacionalmente Ad Vitam; preside todos los actos oficiales de la universidad y nombra al Consejo Superior de la casa de estudios integrada por once miembros” y él es su presidente vitalicio.

Entre esos cargos está el rector, vicerrector, fiscal, director académico y director administrativo, todos relacionados a la familia Rivas Reyes.

El artículo 22 de los mencionados estatutos señala que “el Consejo Superior se reunirá cada vez que sea convocado por el Fundador, el Presidente, o por el que haga sus veces, con la asistencia de por los menos la mitad más uno de sus miembros y tomará resoluciones por simple mayoría de votos de los presentes. En caso de empate, el Fundador o aquél que haga sus veces tendrá voto de calidad”, dice el texto.

EL CONTROL DE LOS RIVAS

Actualmente, de acuerdo con la página web de la Universidad Católica, la rectora es la licenciada Michelle Molina, que en realidad se llama Michelle Rivas Reyes, hermana de Roberto Rivas Reyes, quien es el vicerrector académico de la Unica y Presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE). Ambos son hijos de la eterna e influyente secretaria del Cardenal, Josefa Reyes.

El presidente fundador de la casa de estudios superiores es el cardenal Miguel Obando y Bravo.

El vicerrector es el actual Presidente del Fondo de Inversión Social de Emergencia (FISE), José Antonio Alvarado, con quien LA PRENSA intentó obtener una versión sobre su participación en la universidad, pero éste mandó a decir a través de la vocera del FISE, Soraya Rayo, que no tenía ninguna acción en la Unica.

El director administrativo financiero es Héctor Antonio Cotte, quien está casado con Carol Rivas, otra miembro de la familia Rivas Reyes. El tesorero general es monseñor Eddy Montenegro, Vicario de la Curia Arzobispal de Managua; el secretario general es el doctor Felipe Sánchez y el fiscal es el doctor Winston Betanco, quienes han sido asesores legales de Roberto Rivas en el CSE y en el pasado trabajaron con Rivas en la Comisión de Promoción Social Arquidiocesana (Coprosa).

SÓLO EL TERRENO, 200 MIL DÓLARES

El edificio de tres pisos, erigido por el régimen sandinista, entre 1983 y 1987, para albergar a su aparato de seguridad del Estado con apoyo del gobierno comunista de la entonces Alemania Democrática, especialmente por el Servicio de Inteligencia de aquel país (STASI), estaba ubicado en una manzana de terreno en el noreste de las Sierritas de Managua y le fue entregado al Cardenal, siete meses después de la promesa que hizo Ibarra: el 9 de junio de 1992.

La propiedad donde se levantó el edificio de la DGSE había sido declarada de utilidad pública en 1981 por el régimen sandinista y su dueña, Miriam Hebé Incer de Escola, fue afectada por el decreto 865 del 9 de noviembre de 1981.

Posteriormente, en 1992, cuando el gobierno de doña Violeta Barrios encontró la edificación que no estaba en los inventarios que le había entregado el régimen sandinista, hizo entrega del edificio a Obando, honrando su palabra de apoyarlo en el proyecto universitario de la Iglesia Católica.

Junto al Cardenal, para recibir las instalaciones del edificio, estaban monseñor Eddy Montenegro, el poeta Pablo Antonio Cuadra (q.e.p.d.), y el hoy presidente del Fondo de Inversión Social (FISE), José Antonio Alvarado Correa, según documentan los diarios de la época.

Pero fue hasta febrero de 1993, que el Gobierno de entonces formalizó la entrega del inmueble al emitir la presidenta Barrios de Chamorro el acuerdo presidencial 51-93, mediante el cual autorizaba al Procurador General de Justicia de la época, Guillermo Vargas Sandino, a efectuar la donación del terreno de 8,623 metros cuadrados y las instalaciones en él construidas.

En 1997, la afectada, que había adquirido la ciudadanía española mediante matrimonio, hizo reclamos de la propiedad y puso quejas al presidente español José María Aznar, durante su visita a Nicaragua en ese año. Por ese entonces hubo promesas del ex presidente Arnoldo Alemán para resolver el asunto.

Alemán cumplió su promesa y en el 2000, la propiedad fue valorada por el Procurador de Justicia, Julio Centeno Gómez, en 2,573,080 córdobas (200 mil dólares de la época), lo que se le pagó a la anterior dueña, Miriam Hebé Incer de Escola.

“Todo eso ya está cancelado”, dijo Incer vía telefónica, sin precisar si el pago fue en efectivo o en bonos de indemnización. “Mi marido es el que sabe de eso, pero él está fuera del país”, agregó.

“NEGOCIOS UNIVERSITARIOS”

La Unica produce ingresos anuales superiores a los 35 millones de córdobas (más de dos millones de dólares), de acuerdo con fuentes ligadas a dicha casa de estudios universitarios. Sus activos fijos rondan los 25 millones de córdobas y el patrimonio se estima en unos nueve millones de córdobas. Aunque en el 2003 presentaron un estado de resultados negativos, que indicaba pérdidas superiores a los seis millones de córdobas.

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