Pedro Rafael Gutiérrez Doña
Uno de los canales de televisión cris-tiana que transmiten por cable, llamado Enlace, fue noticia en los últimos días mediante un reportaje del periódico costarricense La Nación que sacó a la luz pública las más de 500 hectáreas en diferentes propiedades a nombre de Jonás González y de familiares, actuales dueños del Enlace.
La lista no termina ahí. El señor González posee alrededor de 25 sociedades anónimas constituidas por su familia y en diferentes actividades económicas en las que figura la Trinity Broadcasting de Nicaragua como una de sus empresas. Todo este emporio televisivo ha sido obtenido mediante las denominadas “maratónicas”, que iniciaron en una bodega en la capital josefina allá por el año de 1988 y con un transmisor que cubría dos kilómetros.
Para nadie es un secreto que Enlace, haciendo recurso a manipuladores de la fe, ha inventado todo un marketing cristiano para obtener mediante “pactos con Dios” sumas millonarias obtenidas de neófitos y de gente humilde como la mayoría de sus donantes. Dichos pactos estaban condicionados a “sembrar la semilla”, traducido esto como el compromiso de dar 20 dólares por mes, por seis meses, para que Dios actuara de forma milagrosa, lo que era conocido en el pasado como venta de indulgencias.
Lo más vergonzoso de este caso es que a un canal denominado cristiano jamás se le ha visto dar un litro de leche cuando en el país ha habido necesidad y al que le calcularon ganar unos 28 mil dólares por hora, producto de la venta de milagros.