- Continúan los peritajes
Elízabeth Romero yLillyam [email protected]
La falta de evidencias concretas como solicita la Fiscalía General de la República en el caso de la avioneta desenterrada en la comarca Samaria, del municipio Villa El Carmen, podría llevar a la Policía Nacional a encontrarse con un caso más sin resolver.
“Pienso que mientras no salgan otros elementos y no capturemos a otras personas vinculadas al caso, será difícil que podamos ampliar”, reconoció ayer el director de la Policía Nacional, primer comisionado Edwin Cordero.
Hasta el momento la Policía únicamente cuenta con los resultados positivos de la prueba del Ionscan, practicada en tres piezas de los restos de la aeronave desenterrada a pedazos, tras agotadoras jornadas durante tres días realizadas por las Fuerzas Especiales del Ejército y de la Policía.
Pese a la posición de la Fiscalía, el jefe policial es del criterio que la introducción ilegal del aparato y el hecho de encontrarlo enterrado, es suficiente evidencia de que hubo dolo.
“Quieren que entreguemos droga, no tenemos droga, sólo que agarremos droga en otro lado y la vayamos a poner allí, pero la verdad es que no tenemos más elementos que lo que nosotros sabemos, y hay convicción de que hubo una actividad ilícita”, reaccionó Cordero a la solicitud de ampliación en el caso que les hizo el miércoles la Fiscalía y que les llevó a poner en libertad a los cinco sospechosos capturados.
“Imagínense, los compañeros que pasaron allí 48 horas sin dormir prácticamente, bajo la lluvia, excavando con sus propias manos, buscando con palas y piochas los restos de la avioneta, y que de repente nos digan que no hay elementos suficientes para acusar. Ni modo, miren, ese es un problema, pienso que no es el primer caso que nos pasa”, lamentó Cordero.
SIGUEN PERITAJES
Aunque el jefe policial manifestó que realizan el peritaje en algunas piezas de la aeronave, como el motor, para determinar si hubo o no alteración, todavía no hay resultados.
La Policía tampoco conoce el lugar de procedencia de ese aparato, aunque el jefe de la Policía anunció que trabajan con agencias de información e inteligencia de Panamá y Colombia.
La aeronave que aparentemente de forma accidental sufrió alguna avería, que obligó a la tripulación a aterrizar en la pista clandestina de la finca El Pipián, en Samaria, llevaba escrito lo que pudo ser la matrícula HP-1415, registrada hasta 2004 en Panamá. Pero autoridades colombianas presumen que los dueños de la nave utilizaban los datos de la Aero Commander 690, serie 11354, que en Colombia tenía la matrícula HK 2990W.
Los funcionarios de Aeronáutica Civil de Colombia confirmaron que esta nave existió, pero fue dada de baja después de un accidente.
Martín González, vocero de Aeronáutica Civil de Colombia, explicó que la nave con esa matrícula tuvo un accidente el 11 de marzo de 1994, en una provincia del departamento de Meta y fue dada de baja por resolución número 2812, en mayo de 1996.
González explicó que la aeronave desapareció de los registros por destrucción total del aparato, y no descartó que en este caso, personas aún no identificadas hayan suplantado los datos, porque en los registros colombianos no existe.
¿ESCALA EN COSTA RICA?
Cordero no descartó que la avioneta pudo haber tenido alguna escala en Costa Rica, lo cual puede ser revelado por un peritaje técnico que esperan realizar con especialistas de la Fuerza Aérea, quienes determinen el alcance de la misma. “Si podía volar directamente desde Colombia hasta Nicaragua, o si tenía que hacer escala en Panamá, si tenía que hacer escala en Costa Rica”, dijo Cordero, lo establecerá ese peritaje, según la capacidad de autonomía de vuelo.
Por otro lado, la Policía cuenta con información de vecinos del lugar que identifican al supuesto comprador, que en la comunidad de Samaria alardeó entre varias personas con las que conversó, su interés por comprar terrenos en esa zona, para dedicarlos ya sea a empresas camaroneras y otros para la siembra de arroz.
LA PRENSA cuenta con el nombre con el cual esa persona se identificó y con la dirección en Bello Horizonte donde dijo habitar, pero esos datos también los tienen las autoridades.
En esa dirección habita una familia con el mismo apellido del misterioso comprador, pero los moradores de la vivienda negaron tener algún vínculo con él.
Esa circunstancia hace presumir que el supuesto comprador utilizó una identidad falsa.
VER TAMBIÉN: