- En casos especiales sí es recomendable, sepa cuándo no lo es
Se entiende como limpieza intestinal, la evacuación del contenido intestinal lograda mediante la administración de sustancias, ya sea por vía oral (boca) o por vía anal; éstas se practicaron mucho en el pasado, en tiempos de nuestros abuelos, quienes acostumbraban “purgar” a sus hijos u otras personas bajo su tutela, especialmente en los que ellos llamaban la entrada y salida del invierno, pero no sólo en esas ocasiones sino que si la persona presentaba diferentes síntomas como cefalea, alergias, mal carácter y distensión abdominal, también eran sometidos a purgantes y/o lavados intestinales.
¿QUÉ PRODUCEN ESTOS MÉTODOS?
Lo que se logra es disminuir la población bacteriana; sin embargo, hay que mencionar que existen microorganismos cuya presencia es beneficiosa y contribuyen a la función de diferentes órganos en el cuerpo. Pero existen también algunos parásitos llamados enteropatógenos, los cuales son perjudiciales para la salud, ya que producen diferentes cuadros clínicos como síndromes diarreicos (Amebas, Giardia Lambia, Lombrices), síndrome de mala absorción intestinal (Giardia Lambia) y síndrome anémico entre otros, pero todas o la mayoría de estas condiciones pueden ser resueltas o tratadas con fármacos que tienen una eficacia muy alta y evitamos así la molestia de los purgantes y/o enemas .
¿SE PUEDE INDICAR LA LIMPIEZA INTESTINAL?
La limpieza intestinal se indica sobretodo en la preparación del intestino para realización de procedimientos diagnósticos y terapéuticos, sobre todo en radiología y endoscopías del colon; en la preparación del colon para recesión del mismo; para evitar la excesiva producción de amoníaco en los pacientes con coma hepático.
Se usan enemas con diferentes sustancias, para mejorar el sangrado en pacientes con Colitis Ulcerativa Crónica Inespecífica (CUCI) y en Proctitis Post-Radiación.
También se acostumbra el uso de enemas en aquellos pacientes que son portadores de estreñimiento secundario y es necesario realizarles limpieza intestinal.
Posiblemente existen otras indicaciones para limpieza intestinal, pero las mencionadas son las más frecuentes.
No se recomienda el uso de rutina de estos procedimientos de limpieza intestinal, ya que al hacerlo provocamos alteraciones en el equilibrio de la flora intestinal y esto acarrea diferentes trastornos como diarrea, dolor abdominal, mala absorción intestinal, entre otros.
Recordemos que la ciencia debe de ser empleada de manera racional para nuestro beneficio y así mantener una vida saludable.
HÁBITOS QUE HACEN LA DIFERENCIA
Exámenes de laboratorio, alimentación y actividad física.
Exámenes. Se recomienda la realización periódica de exámenes de heces con el fin de detectar parásitos patógenos y de encontrarlos, dar el tratamiento adecuado.
Hábitos. Es indispensable mantener hábitos alimenticios saludables como tomar líquidos en abundancia, comer frutas y vegetales y evitar los condimentos fuertes en los alimentos. Esto es fundamental.
Ejercicios. Toda la rutina de cuidados debe ir acompañada, de ser posible, por la realización de ejercicios físicos por lo menos de 30 minutos tres veces por semana.
* El autor es jefe de Cirugía del Hospital Metropolitano Vivian Pellas.