Lorena de César
Un caballero, es un hombre que se comporta con nobleza, con valor y que cuando erra lo reconoce. Luego de ser vecinos por once años con una relación de cordialidad y respeto, no me extraño recibir una invitación de Antonio Lacayo para asistir a la presentación de su libro y luego a un brindis en su casa.
Acudí sin saber que Antonio en su libro me falta el respeto al involucrarme falsamente en una conspiración de Tony Ibarra contra él.
El señor Lacayo invita a una dama, su vecina, la cual nunca ha participado en política, a su casa a brindar por el éxito de sus falsedades; insólito para un caballero, pero al fin, no todo lo que brilla es oro.
Ya es hora de que en este país se tomen medidas serias para evitar que personas irresponsables publiquen lo que les de la gana sin antes constatar la verdad o falsedad de la misma.
Antonio, cumplí con la promesa que me hiciste cuando te llamé a reclamarte por tu falsedad, vos me aseguraste que ibas a rectificar públicamente; el ser humano puede errar pero caballeros son los que rectifican sus errores especialmente cuando se ha lastimado la honorabilidad de una dama.