- Sacerdote jesuita asegura que la falta de Dios y de valores daña los hogares y la juventud
La violencia en las calles y en los hogares es el resultado de la falta de Dios que ha generado falta de valores y principios en la vida de miles de personas que al final se encuentran atrapadas por los problemas que les conducen a la desesperación.
Ese es el criterio del sacerdote jesuita Fulgencio Mayorga, experto en orientación a la familia y la juventud.
“La falta de Dios genera falta de valores y principios, y, precisamente, eso está afectando a miles de hogares de Nicaragua. Pero estos problemas no sólo están afectando a nuestro país; es un flagelo que afecta al mundo entero, pero siempre hay esperanza y esa esperanza está en una constante y fiel relación con Dios”, expresó Mayorga, quien conduce por las noches un programa de consejería en Radio María.
Según Mayorga, el fenómeno de la violencia en los hogares y en la juventud, es el resultado también de la falta de empleo, problemas económicos, falta de educación y de oportunidades “entonces todo esto se acumula en una verdadera desesperación que produce consecuencias negativas para las personas que lo viven, quienes en vez de buscar a Dios, más bien se refugian en actitudes insanas que provocan daños muy lamentables en los hogares”, afirmó el sacerdote.
A DIOS TODO
El consejo de Mayorga es que pese a cualquier problema que las familias, los matrimonios y la juventud enfrenten, la mejor manera de hacerlo es en una comunión sincera con el Creador “y allí podrán encontrar respuesta. Dios responde siempre en cualquier problema, circunstancia y lugar. Quien lo busca lo encontrará, no hay otro, solamente si tu vida está en comunión sincera con Dios, podrás encontrar la paz y la alegría que solamente Él es capaz de transmitir”, aconsejó el sacerdote jesuita.
Expresó que las familias tienen que ayudar a sus hijos a vivir una vida de relación con Dios “porque cuando hay un crecimiento en Dios, pues nuestras mentes y corazones lógicamente piensan y razonan en hacer el bien y son forjadores de bienestar y de principios cristianos”, exhortó Mayorga.