El cuarto está oscuro, un recipiente con revelador y fijador espera impaciente el papel para ver nacer una imagen. El ácido es neutralizado para que la foto no sea sensitiva a la luz. Como por arte de magia un retrato se adhiere al papel para dar paso a la fotografía.
Ese es el encanto con el que han sido seducidos los profesionales de la fotografía y el cine en el mundo. Y de ahí la necesidad de conocer el estado y utilización de la imagen en Nicaragua, a través de las opiniones de los expertos.
“La revolución convocó a los fotógrafos más importantes de diferentes países, convirtiendo a Nicaragua en una escuela latinoamericana”, comentó Oscar Cantarero, fotógrafo participante en el primer debate sobre “El estado de la imagen en Nicaragua”, en la Alianza Francesa de Managua.
Opiniones como éstas fueron muy frecuentes durante las dos horas del debate que convocó a unas 25 personas entre cineastas y reporteros gráficos de vasta experiencia, que se desempeñan en diferentes ámbitos del quehacer informativo nacional.
Frank Pineda, Florencia Jaugey, Oscar Cantarero, Belkys Ramírez y muchos más, compartieron sus experiencias el pasado 7 de marzo.