14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

(LAPRENSA/M.Matute.)

Un tren cargado de nostalgias y recuerdos

Al subirse al Tren Cultural uno se da cuenta que nunca el pasado estuvo tan cerca del presente. Déjese atrapar por la historia de un pueblo que no sabía leer ni escribir [doap_box title=”” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”] Usted puede hacerse acompañar por sus amigos o familiares, la entrada es gratuita. Los horarios de atención son de […]

  • Al subirse al Tren Cultural uno se da cuenta que nunca el pasado estuvo tan cerca del presente. Déjese atrapar por la historia de un pueblo que no sabía leer ni escribir
[doap_box title=”” box_color=”#336699″ class=”archivo-aside”]

Usted puede hacerse acompañar por sus amigos o familiares, la entrada es gratuita. Los horarios de atención son de martes a domingo de 8:00 a.m. a 12:00 m. y de 2:00 p.m. a 4:00 p.m. La ubicación exacta es: Complejo Histórico Laguna de Tiscapa, contiguo a Radio Sandino, Managua.

[/doap_box]

La palabra alfabetización resonó en los parlantes de la primera sala del famoso Tren Cultural y en el fondo de la misma una enorme pantalla mostraba las imágenes de jóvenes y adolescentes que en 1980 se internaron en las montañas y sitios alejados de las ciudades para enseñar a leer y escribir al 53 por ciento de la población.

Una jovencita vestida de azulón y zapatos pochi-pochi señala con un puntero las fotografías que sirven de antecedentes históricos de lo que vivió Nicaragua en las décadas de los setenta y ochenta.

Poco a poco la historia es contada por una voz femenina que intenta semejar la forma de hablar de una adolescente de 17 años. Palabras como “púchica y pijudo” hacen reír a uno que otro visitante.

Este Tren Cultural, ubicado en la entrada a la Laguna de Tiscapa, lo conforman tres furgones debidamente equipados con acondicionadores de aire. Este sitio ahora se llama Parque Estación Tren Cultural.

“Sólo pueden entrar grupos de 14 personas. La edad no importa, puede venir toda la familia si así lo desean. El recorrido dura 45 minutos, distribuidos entre los tres vagones”, dijo Laura Baumeister, asistente de producción del proyecto.

Alejandrito captura al público

Baumeister, quien nos sirvió de guía en esta aventura histórica, nos comentó que el vídeo de “Alejandrito”, un niño de 11 años que aparece alfabetizando a un grupo de hombres y mujeres que le duplican su edad, ha cautivado a todos los que lo ven.

“Lo que captura de Alejandrito, o Alejandro José Arana Lacayo, es su determinación a la hora de explicar los textos, y que dicho sea de paso todo el proyecto del Tren Cultural lo está buscando para darle un reconocimiento por su labor”, dijo Baumeister.

TECNOLOGÍA AVANZADA

Una vez que los antecedentes están totalmente claros, el recorrido continúa al segundo vagón, donde la tecnología multimedia va de la mano con la pedagogía.

Así pues, nos encontramos con siete computadoras que poseen un sencillo programa que narra algunas historias y experiencias que vivieron y sintieron los jóvenes brigadistas. “Todas las anécdotas que ahí se narran fueron sacadas de los diarios de campo que utilizaron los muchachos”, explicó Baumeister.

“Escribir en los diarios de campo era un deber que se exigía en el Manual del Brigadista, de los cuales logramos rescatar algunas experiencias muy significativas que hoy tienen un valor invaluable”, agregó.

Por ello, para que la dinámica no resulte cansada, aquí la chica que guía el recorrido le pide a la mitad de los visitantes que aprecien algunos de los objetos que utilizaron los brigadistas, mientras la otra mitad ríe y goza de las aventuras “reales” que pasaron estos jóvenes adolescentes, vistas en un monitor de computadora.

UN FINAL DE COMPROMISO

El tercer vagón es la despedida. Aquí las dos paredes del furgón están forradas con enormes fotos y frases tanto de brigadistas como de alfabetizados.

Frases de agradecimiento, solidaridad y compromiso de hacer una Nicaragua mejor para todos se leen a lo largo y ancho. “Estos textos que ven aquí —nos explica la guía— fueron escritos de puño y letra de campesinos de las regiones lejanas de nuestro país. Estos escritos son la prueba fehaciente del éxito que tuvieron los brigadistas en 1980”, indicó.

Espectáculo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí