La “prima ballerina assoluta”, Alicia Alonso, cumplirá la ilusión de llevar a Egipto a la prestigiosa compañía que fundó hace 58 años, y con la que el lunes emprenderá una gira por América Latina, Europa y África, en ocasión del 20 aniversario del Festival de Ballet de La Habana.
“Frente a las pirámides sentí una extraña sensación, una gama de impresiones en la que predominó la percepción de la eternidad, del paso del tiempo”, dijo a la prensa Alonso, quien visitó hace algunos años Egipto, un país que ejerció sobre ella una “especial atracción”, según dijo.
Alonso, de 85 años, casi ciega y con graves problemas para caminar, llevará su compañía al Teatro de la Ópera del Cairo, con el espectáculo La Magia de la Danza, una antología sobre los momentos más importantes del arte coreográfico del siglo XIX: el Romanticismo y el Clasicismo.
La antología recoge “versiones paradigmáticas que constituyen una muestra del respeto y creatividad con que la Escuela Cubana de Ballet enfrenta la tradición”, precisó el programa entregado a la AFP de la gira, prevista del 13 de marzo al 20 de septiembre próximo.
Previo al debut egipcio, programado entre el 10 y el 20 de septiembre próximo, el Ballet Nacional de Cuba (BNC) actuará del 13 al 20 de marzo en las ciudades mexicanas de Mérida (Yucatán) y Ciudad del Carmen (Campeche), en Brasil (abril), España (julio), y Gran Bretaña (agosto).
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En los cinco países la compañía presentará un variado repertorio que incluye por lo menos seis versiones coreográficas de Alonso de clásicos como El Lago de los Cisnes, El Corsario, Romeo y Julieta, La Flauta Mágica, y Don Quijote, algunas de ellas incluidas en la citada antología.
Embajadora de la revolución de Fidel Castro y de Buena Voluntad de la UNESCO desde 2002, Alonso es figura emblemática de la danza mundial y símbolo de entrega al arte.
Su carrera profesional comenzó en Estados Unidos en 1938 —debutó en Cuba en 1931—, y diez años después, ya consagrada bailarina, fundó el Ballet Alicia Alonso, apellido que adquiere de su primer esposo, Fernando Alonso, coreógrafo y director.
Al triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959, esa escuela se convierte en el Ballet Nacional de Cuba, y, con apoyo estatal, comienza un desarrollo muy profesional, asombro de los especialistas en una isla subdesarrollada y sin tradiciones en cuanto a la danza clásica.