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“Ábrele tu corazón a tu esposo y no le temas”

Querido Padre Alberto: Tengo un problema muy grande, por eso le escribo buscando su consejo. Estoy casada desde hace ocho años y tenemos una niña de 6. Desde hace un tiempo mi esposo se peleó con toda mi familia. Él es un hombre muy rencoroso y lleno de odio. Ha llegado a los extremos de […]

Querido Padre Alberto:

Tengo un problema muy grande, por eso le escribo buscando su consejo.

Estoy casada desde hace ocho años y tenemos una niña de 6.

Desde hace un tiempo mi esposo se peleó con toda mi familia. Él es un hombre muy rencoroso y lleno de odio. Ha llegado a los extremos de que no le permite a nuestra hija visitar ni ver a nadie en mi familia.

Él no se da cuenta del daño tan grande que le hace a la niña. He tratado de que haga las paces con mi familia, ya que ellos están dispuestos a hacerlo, pero él se niega.

Considero que la niña está traumatizada porque cuando nos encontramos con alguien de mi familia, la niña se pone muy nerviosa y no se atreve ni siquiera a saludar. Creo que actúa de esta forma por la presión tan grande de su padre. No es justo.

Mi esposo acosa a la niña con preguntas acerca de que si ha visto o saludado a alguien de la familia. Yo le digo a mi hija que no debe tener miedo, que saludar a sus tíos o abuelos no es malo.

Mi niña tiene muy buenos sentimientos y yo sé que está sufriendo por este motivo, además me duele estar separada de mi familia y que mi hija crezca sin el amor de sus tíos y primos.

A veces me provoca irme con mi hija y dejarlo, estoy desesperada. Él no es un mal hombre, pero el odio y el rencor no lo dejan vivir en paz.

Por favor, dígame qué debo hacer.

Fabiola, sufriendo por el rencor de mi esposo

Estimada Fabiola:

Tu esposo muestra señales de ser un controlador compulsivo y una persona muy enferma. Su problema no es simplemente de carácter fuerte, es un problema psicológico y bastante profundo.

La mayoría de nosotros podemos vivir con ciertos resentimientos y heridas, pero cuando pasa un buen tiempo sabemos poner las cosas en su lugar y superamos ciertos dolores del pasado.

Tu hija no debe ser víctima del acoso constante de tu esposo. No es bueno para ella, ni tampoco es justo que pague una niña inocente los platos rotos por los adultos. Los conflictos creados entre tu familia y tu esposo no deben ser impuestos a tu hija.

Lamentablemente, tu esposo no ve el daño que le hace a tu hija y tú no has sabido manejar la situación tampoco. Ambos le han puesto una carga sobre los hombros a esa pobre niña, este tipo de situación me duele mucho. Los niños no deben crecer en ese tipo de ambiente tan hostil.

Te recomiendo que busques a alguna persona neutral, que pueda hablar con tu esposo y hacerlo comenzar a razonar. Un psicólogo infantil le podría aclarar el mal que está causándole a su hija, aunque la experiencia me dice que los hombres que se comportan como tu marido piensan que los psicólogos no saben nada y que ellos lo saben todo.

La otra alternativa es que le abras tu corazón y dejes de tenerle miedo a tu esposo. Esa táctica de intimidación que tiene con tu hija también la tiene contigo. Si no puedes expresarle tus sentimientos al hombre que más amas, ¿con quién puedes hablar?

Los problemas entre familiares no deben regir la vida entre padres e hijos, ni esposos y esposas.

Un abrazo,

Padre Alberto

Envíe sus cartas a:

[email protected]

Rev. Padre Alberto Cutié

Radio Paz 830 AM

PO BOX 421500

Miami, Fl 33142

www.padrealberto.com

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