- El maestro de música, compositor y pianista, César Prado, murió ayer de un infarto. Tenía problemas de obesidad. Los homenajes a su legado inician hoy
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Ala edad de 40 años, el pianista y maestro de música, César Prado, falleció. Ayer, cerca de las 8:00 a.m., en su casa de habitación ubicada en la Colonia Centroamérica, de Managua, un infarto sorprendió a César Prado mientras dormía.
Hoy a las 10:00 a.m. se realizará un homenaje en su memoria en el Palacio Nacional de la Cultura. En la Iglesia de Fátima, de la Colonia Centroamérica, se celebrará una misa en su honor, a las 3:00 p.m., y posteriormente se llevará a cabo el funeral.
El director de la Camerata Bach, Ramón Rodríguez, dijo que la muerte del maestro Prado es una triste pérdida para la cultura nicaragüense.
“Prado puso mucho dinamismo a la armonía, fue una gran persona, es una lástima que un músico de su nivel haya terminado amenizando en un casino por falta de patrocinio de las instituciones estatales”, comentó Rodríguez.
La Camerata Bach le dedicó a Prado el concierto del XIV aniversario de la agrupación, realizado anoche en el Teatro Nacional Rubén Darío.
El maestro de música César Prado, compuso Canción a Sor María Romero, el canto de bienvenida al Papa Juan Pablo II en 1996, Hoy te recibimos Juan Pablo II, la canción oficial de la Asociación Pro Niños Quemados, Segunda Piel y el himno de la Policía Nacional, entre otras obras.
Su ex esposa, Martha Baltodano, con quien tuvo una hija, Vanesa Prado, de 14 años actualmente, asegura que el músico, pese a ser un hombre de espíritu alegre y positivo, tenía últimamente una salud precaria.
La obesidad y los problemas de presión alta que padecía causaron estragos graves a su condición física.
“César no se cuidaba, no le gustaba ir al médico y en los exámenes que se practicaba le aparecía el colesterol alto y problemas en el corazón”, asegura Baltodano, quien afirma que ella y su hija Vanesa Prado estaban preparadas para recibir la noticia de su muerte.
En el año 2002, Prado sufrió depresión severa. Estuvo seis meses sin tocar música, ni siquiera una nota de piano, no quería salir de su casa ni escuchar hablar de música. Su pasión por las melodías se apagaba lentamente mientras se consumía en su cama. Su mamá, Bertha Prado, trataba de animarlo, pero el esfuerzo era en vano.
Martha Baltodano asegura que César Prado, al igual que algunos músicos, sufría depresión de vez en cuando.
En el año 2002, periódicos nacionales publicaron la noticia de la recaída de César Prado, cuya recuperación le inspiró para componer una canción a Sor María Romero, la cual se grabó ese mismo año, además el compositor declaró que se recuperó del estado de depresión en que se encontraba tras beber agua bendecida por la religiosa.
César Prado tenía un selecto repertorio de música clásica, religiosa y cultural. Estudió música en Francia, dirigió orquestas en Venezuela, México y Estados Unidos. En 1991, junto a su ex esposa Martha Baltodano, participó en el Festival de la OTI en México y en 1995 en la OTI de Paraguay.
El músico César Prado fue director de la Escuela de Música y trabajó en el Instituto Nicaragüense de Cultura. Eventualmente escribía artículos de opinión en diarios nacionales y La Prensa Literaria, en los que comentaba la historia de géneros musicales.
En sus últimos tiempos, Prado se ganó la vida amenizando el casino Star City. Además tocaba piano en la iglesia El Carmen, de Managua.
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