“Deslumbrada, desorbitada y ando caminando en las nubes”, fue la expresión de la escritora Mercedes Gordillo, al contestar cómo se sentía al recibir una condecoración del Presidente de la República, ingeniero Enrique Bolaños.
El Presidente de la nación, condecoró ayer con la Orden Rubén Darío en el grado de Gran Oficial, al matrimonio de artistas excepcionales, Alejandro Aróstegui, autor de una basta e intensa obra reconocida ampliamente por la crítica nacional e internacional y a su esposa, la escritora Mercedes Gordillo.
La señora Gordillo es autora del libro Sor María Romero y los nicaragüenses, obra de la que se han publicado tres ediciones. Gordillo se ha dedicado a promover y a difundir el legado de amor y solidaridad de Sor María Romero.
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En el evento, la pareja galardonada estuvo acompañada de sus amistades, familiares y artistas destacados, como Carlos Mejía Godoy y personalidades como el doctor Carlos Tünnermann, además los acompañaron miembros del cuerpo diplomático y dueños de medios de comunicación, que han apoyado sus carreras.
Durante el evento, el Presidente Enrique Bolaños destacó la vida artística de la pareja y su contribución al país.
“En nombre de Nicaragua agradecida, como Presidente de la República, me honro hoy en condecorar a un matrimonio de artistas excepcionales, Alejandro Aróstegui, autor de intensas obras, y la escritora Mercedes Gordillo, premiada por el primer relato sobre Managua y sus habitantes”, comentó el primer mandatario.
Aróstegui fue uno de los fundadores del grupo Práxis, que se caracterizó por introducir en Nicaragua las corrientes modernas del arte.
La pintura de Aróstegui se caracteriza por el “collage”. Alejandro Aróstegui, esposo de Mercedes Gordillo, es sin duda uno de los pintores más importantes de Nicaragua.
Aróstegui es un artista que se ha entregado por completo a la estética, para quien el arte ha sido un oficio sagrado. El artista pudo formarse gracias al apoyo de sus padres, quienes siempre creyeron en su talento.
Por su parte, la escritora Mercedes Gordillo ha sido diplomática. Oficio que le ayudó a promover la cultura nicaragüense en diferentes países.
Gordillo ocupó la Consejería Cultural de la Embajada de Nicaragua en México a principios de los años ochenta, cargo que aprovechó para presentar una muestra amplia y selecta de la pintura nacional en el país azteca.
Al ser delegada con cargo diplomático de Nicaragua en México, Gordillo realizó en el Teatro de Bellas Artes del Distrito Federal, espectáculos para dar a conocer los bailes folclóricos nicaragüenses.
“El arte se puede describir como la expresión más sensible de creación humana, lo mejor, lo más bello y profundo creado por esos hombre y mujeres llamados artistas”, dijo la escritora.
“Siempre me he acercado a este tema con respeto, admiración, incluso pasión, considerando que no hay nada mejor en el mundo que la ética y la estética”, comentó Gordillo, en el evento en su honor.
Agregó la escritora que considera importante para permanecer y contribuir a la historia, presentar el mejor reflejo de nuestro país. “La cultura es su mejor espejo”, dijo esta artista, orgullo nacional.