- Una travesía para los que gustan caminar por el campo, pasear a caballo, bañarse en un río y admirar las 120 especies de orquídeas y helechos
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Un pequeño estiramiento en las piernas es justo y necesario después de recorrer sentada 145 kilómetros de Managua a Estelí para llegar a la finca La Providencia, donde los senderos están cubiertos por una alfombra de vegetación y hace frío.
La travesía es agradable. Plantillos de hortalizas dibujan el paisaje, bosques coronados de pinos, robles y jiñocuabos o Bursera simaruba como se le conoce por su nombre científico.
Yara López, gerente general de la finca, señala un pequeño ojo de agua, que fluye frente a las tres cabañas destinadas para los turistas que deseen convivir más tiempo en la inmensidad de la naturaleza.
López inauguró recién este pequeño hotel de campo, con la intención de ofrecer una alternativa más, dentro del turismo comunitario. “La finca está compuesta por 800 manzanas de tierra, de las cuales 300 son parte de la reserva natural Miraflor”, dijo.
A lo ancho de la finca se aprecia el verdor en los árboles, por su clima que siempre mantiene un frescor propio de los sistemas ecológicos de nubliselva.
La aventura comienza
Las caminatas por los senderos, donde hay más de 120 especies de orquídeas y helechos, dan la bienvenida al caminante, “pero si muestran interés sobre otras actividades de la finca, les hacemos un tour de la jornada diaria de los vaqueros que tienen que ordeñar para sacar 500 litros de leche por día”, cuenta Mario Jarquín, administrador de las cabañas.
Si se aburre de las vacas y desea más acción, los turistas tienen la oportunidad de montar a caballo y recorrer los alrededores.
“Acompañados de un guía, las personas pueden transitar todos los campos aledaños, así como visitar cascadas, quebradas y vertientes que se encuentran en los entornos de la finca”, comentó Jarquín.
Para finalizar el día, si aún le quedan fuerzas, pueden visitar la reserva natural Miraflor, donde le espera la belleza de la laguna que lleva el mismo nombre.
Menú criollo
Si viene a finca La Providencia, despídase de la comida gourmet. Aquí lo que predomina es el sabor de los platos criollos. Un delicioso pollito asado, con tortillas recién hechas y de complemento una jugosa cuajada casera, se convierten en el manjar más exquisito.
“Nuestros servicios son tan personalizados que la comida que ofrecemos tiene la sazón única que sólo las llamas de la leña le dan a los alimentos”, señaló López.
Y agregó que el café o el té no dejan de estar a la disposición del que los necesite. “El clima suele provocar un poco de frío, por eso ofrecemos bebidas calientes para entrar en calor”.
Comodidades de la zona
El clima que predomina en la finca es bien helado, para aquellos que no están acostumbrados al frío, es mejor llevar chaqueta. “La Providencia está ubicada a 1,450 metros sobre el nivel del mar, por lo cual el ambiente suele tornarse un poco frío, sin embargo una vez que el cuerpo entra en calor no se siente la temperatura”, sugiere López.
Las cabañas son sencillas. Poseen una cama de dos pisos y una cama unipersonal, ideal para un matrimonio con hijos. A la par, se encuentra una habitación para dos. Existen dos baños bien equipados, no obstante, se encuentran separados a una distancia prudencial de las cabañas.
“Dado que estamos en una primera etapa, hemos dejado los baños separados, pero próximamente construiremos tres cabañas más, las que tendrán incorporados los servicios higiénicos, porque al turista le gusta la privacidad”, dijo el administrador.