14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Hablemos del idioma

Este diccionario es fruto del trabajo realizado durante cinco años por las 22 academias de la lengua Hoy quiero dedicar esta columna al Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), que la semana pasada presentara Jorge Eduardo Arellano, director de la Academia Nicaragüense de la Lengua, institución a la que debemos felicitar por su aporte en esta […]

Este diccionario es fruto del trabajo realizado durante cinco años por las 22 academias de la lengua

Hoy quiero dedicar esta columna al Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), que la semana pasada presentara Jorge Eduardo Arellano, director de la Academia Nicaragüense de la Lengua, institución a la que debemos felicitar por su aporte en esta valiosa obra.

El Panhispánico de Dudas busca orientar a los usuarios para resolver las dudas más frecuentes que surgen al hablar o escribir en español y para ello ofrece siete mil entradas; pretende ayudar a robustecer la lengua general estándar, identificar formas vulgares o incorrectas de la lengua, prestar atención a los neologismos, con una especial dedicación a los extranjerismos y anglicismos. Pero también pretende normalizar los aspectos gráficos de la lengua en los que ha habido modificaciones.

El DPD está constituido por artículos sobre cuestiones como el leísmo, acentuación, uso de puntuación, mayúsculas y concordancias, así como palabras y expresiones concretas, ortografía, acepciones y neologismos, y un conjunto de apéndices con modelos de conjugación verbal, topónimos y abreviaturas.

Es importante destacar que los extranjerismos no han sido eliminados del todo, excepto aquéllos que son usados en lugar de palabras que ya existen en español. Entre los anglicismos que se adaptaron al español están 'baipás' (bypass), 'esmoquin' (smoking) y 'zum' (zoom).

El diccionario panhispánico pretende dar salida a muchos de los problemas que se plantean en el uso diario del español, ya que lo hablan 400 millones de personas de gran diversidad cultural, y donde en medio de esta gran comunidad hispanohablante los españoles sólo representan el 10 por ciento.

Este diccionario presenta nuevos planteamientos de cuya aceptación o rechazo por parte de los hablantes dependerá su posterior inclusión o no en las obras básicas de la Academia: el Diccionario, la Gramática y la Ortografía.

Para el director de la Real Academia Española de la Lengua (RAE), Víctor García de la Concha, este diccionario es el símbolo “sin rodeos de una nueva política de las Academias, una política que camina hacia una lingüística panhispánica, la unión de ambos lados del Atlántico para hacer más fuerte al castellano”.

Como muy bien aparece escrito en la introducción del DPD, éste “se propone servir de instrumento eficaz para las personas interesadas en mejorar su conocimiento y dominio de la lengua española, pues se dan respuestas a las dudas más habituales que plantea el uso del español en cada uno de los planos o niveles en el análisis de los elementos lingüísticos: el fonográfico, resuelve dudas de tipo ortológico (sobre pronunciación) y ortográfico (sobre grafías, acentuación y puntuación); el morfológico, orienta sobre las vacilaciones más frecuentes en el plano de la morfología nominal (plurales, femeninos y formas derivadas) y de la morfología verbal (formas de la conjugación); el sintáctico, al aclarar dudas sobre construcción y régimen, concordancia, forma y uso de locuciones, etc.; y el léxico semántico, pues se examinan y corrigen numerosas impropiedades léxicas, a la vez que se ofrece orientación sobre el uso de neologismos y extranjerismos”.

Hablemos del idioma

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí