- Los inflables son uno de los atractivos más solicitados por los niños en el verano. Descubra algunos de los peligros a los que se expone cuando no se toman las medidas de seguridad
Coloridos, divertidos y súper económicos, así son los flotadores que están en el mercado. Cada año es notorio en la época de Semana Santa que florezcan en las esquinas de la capital y puestos de ventas.
Sin embargo, aunque no existe un índice de niños ahogados por la Cruz Roja Nicaragüense, es meritorio destacar que esta institución prohíbe el uso de estos flotadores en aguas abiertas, es decir mares y lagunas.
Salvavidas que no son confiables para aguas abiertas y únicamente se permite su uso en piscinas pocos profundas.
“Las aguas abiertas —como le llamamos— lo que provocan es que el chaleco o salvavidas se desinfle, poniendo la vida del niño en peligro. En ese sentido, el niño puede adentrar a aguas profundas confiado que tiene un salvavidas”, dijo Juan Raúl Duriétz Díaz, director de capacitación de la Cruz Roja Nicaragüense.
CUIDADO CON LAS IMITACIONES
El chaleco es el único recomendable para aguas abiertas, pero sólo aquellos que son fabricados especialmente para la sobrevivencia y además que tengan garantía.
“Los inflables de plástico que vemos en las calles no ofrecen ningún tipo de garantía que no se va a hundir”, explicó Duriétz.
Los verdaderos chalecos salvavidas están elaborados con materiales resistentes hechos de fibras especiales que en muchos de los casos son impermeables y de materiales sintéticos, los cuales pasan una serie de requerimientos antes de salir al mercado.
“En esta época de verano se comercializa con muchos tipos de inflables que no prestan las condiciones necesarias, porque están hechos de plásticos que rápidamente se deshacen”, opinó Duriétz.
Máxima vigilancia
Si bien es cierto que la insistencia de su hijo por obtener uno de los flotadores hace que se usted se lo compre, entonces está en sus manos orientar al pequeño de no alejarse de la orilla del mar.
“Los socorristas de la Cruz Roja Nicaragüense no permiten ningún tipo de salvavidas en el mar o laguna. Pero como no podemos estar en todos sitios a la vez, se les pide a los padres que si los van a usar no descuiden al niño”, explicó Duriétz.
En ese cuidado también interviene el color del salvavidas que utilice el niño. “El color de sobrevivencia en el agua es el anaranjado. Esto permite que el socorrista pueda ver a una persona a larga distancia”, informó el director de capacitación.
Es notorio en el comercio la venta de salvavidas de plásticos transparentes que a su vez llaman la atención por los diseños de dibujos favoritos de los pequeños.
Así pues Duriétz declaró que si un niño estuviera a 1,500 metros de la orilla de la Laguna de Xiloá con uno de esos inflables transparentes sería difícil identificarlo.
Por ello, si de todas formas usted va a satisfacer el gusto del niño, al menos compre un flotador que le permita visualizar a su hijo a la distancia.
Recomendaciones
— Recuerde que las edades reflejadas en los chalecos salvavidas es únicamente una orientación general. Lo que usted debe tener en cuenta para el cálculo de la flotabilidad es el peso del niño, el cual tiene que ser proporcional a la capacidad de soporte del chaleco.
— La vigilancia es muy importante. Nunca deje al niño solo con uno de esos flotadores, menos en mares y lagunas.
— Los salvavidas originales traen especificaciones sobre el peso máximo que tienen que soportar. Aquellos que no son originales a duras penas soportan un peso de 25 libras.
— Se recomienda el chaleco inflable para un niño a partir de 6 a 7 años y que tenga capacidad para nadar.