Para mí fue extraño que esta película iniciara de entrada con un tema tan difícil. Yo le doy dos perros calientes
¿Cómo explicarle a un niño de 4 años porqué Sid decide suicidarse al no lograr que lo tomen en serio?
—¿Por qué se va a tirar?, me insistía mi hija luego que Sid se desespera porque sus amigos no le “paran bola”.
—Están jugando, le dije sin saber exactamente qué responder y esperando que se le saliera de la cabeza esa pregunta.
Para mí fue extraño que esta película iniciara de entrada con un tema tan difícil y complicado. ¿En qué momento se le debe hablar a un niño de ésta y otras dificultades? Porque también mi hija me preguntaba angustiada si algún día a nosotros nos iba a inundar el río. Le aseguré que jamás… y ojalá que así sea.
Al pasar estos tropiezos, me tranquilicé y me dispuse a disfrutar de las aventuras del Perezoso Sid, Manny el Mamut y el tigre Diego, una familia un poco disfuncional con Manny un poco reservado, cerrado, sin mostrar su corazón; Diego, siempre leal y a la defensiva con un terrible pánico a mojarse las patas y un encantador Sid con serios problemas existenciales.
Comparado con la primera parte, he de decepcionarlos. La primera me pareció mucho más bonita. En esta segunda el director creo que tenía muchas ambiciones y presiones. Casar a Manny fue una tarea que tomó mucho trabajo (suerte que mi hija no me preguntó qué significaba “pervertido”), lograr que aparecieran las manadas de mamut, sólo fue por hacerle el favor a Manny, me pareció excesivo y la salvación de los animales me pareció muy bíblico.
Quienes la dirigieron se preocuparon por cerrar el círculo de la trama. En síntesis creo que las preocupaciones transmitidas eran muy desbordantes para el fin de la historia que a mi parecer, es divertir y provocar otra visión más optimista de la vida. Creo que el elemento de la “muerte” fue como un buitre en toda la película. Sid y su impulso de aniquilación más su inminente muerte al pie del volcán, la inundación que amenaza con ahogar a todos los animales, la muerte y resurrección de Scrat, la extinción que amenaza a Manny y dos depredadores que se quieren comer a nuestros personajes. Sé que muchas personas mayores disfrutarán esta película (el fin de semana hasta hubo un motín de espectadores en Metrocentro) pero a mí me siguió pareciendo demasiado existencial y dramática para un niño.